Cuaderno de sus ojos:
las vigilo,
en días alternativos
soy el policía de su segunda hora,
un policía que custodia su desesperanza
y vende limas de uñas
para roídos barrotes de tiza.
Los vigilo,
en días alternativos
me miran con desconfianza,
para su vejez prematura
yo soy el hombre pétreo.
El extraño tipo
que pasea alucinado,
porra en ristre,
viendo impotente su alegre tránsito
(enanitos de Blancanieves aijoooooo
sin bosque donde trabajar)
a la cola del paro.
Mientras paseo, aprieto los dientes
y les hablo,
muriendo en la contradicción,
del viejo, necesario, impío mito
de asaltar los cielos.
2010
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