domingo, 30 de octubre de 2011

Willy Meyer (diputado europeo golpeado de IU) como pretexto

Añado hoy a este callejoncito, con bastantes transformaciones, un comentario que he hecho a una noticia de la web de Público, sobre la agresión sufrida este domingo por el diputado de Izquierda Unida Willy Meyer, a manos de la policía marroquí, en la escalerilla del avión que lo llevó a El Aaiún para valorar, junto a Aminatu Haidar, el tema de los derechos humanos en el Sahara Occidental. Es el siguiente:
Hoy tengo un día de bajona (yo me puedo mimar con ese lujo: melancólico, embajonarme, sé que hay mucha gente que tiene que luchar tanto por sobrevivir que ni siquiera eso puede permitirse), está todo tan bien atado, en todos los aspectos, que te dan ganas de tirar la toalla del pensamiento. Que este feliz Willy Meyer con su cuello lastimado (entiéndaseme), a Gaddafi, tan importante y agasajado, lo lincharon. Lo lamento por los saharauis, pero no les veo posibilidades de poseer (ojalá  me coma con papas estás palabras) un estado propio, muchos llevan, teniendo una sola, toda una vida (¡qué cabrones y mentirosos son los boleros!) en los campamentos de Tinduf, a la espera de un referéndum aplazado indefinidamente. Ayer murieron 10 palestinos en ataques de la aviación israelí al campo de concentración de Gaza. Eso sí, que los palestinos no lancen unos cohetes a Israel,  que eso es terrorismo aterrorizante, vamos,  peor que la noche de halloween que en apenas 10 años nos ha colonizado hasta el sonrojo. Y una tipa (si fuera hombre diría tipo) del Banco Mundial va a la cumbre de Jefes de Estado iberoamericanos a hablar la primera e impartir lecciones a los perrillos amaestrados. Al menos Correa, el presidente ecuatoriano, fue honorable y le dio plantón. Y de colofón el programa del PP, que gobernará con mayoría absoluta por obra y gracia de los trabajadores, adelgazando la administración y privatizándolo todo, menos la policía claro, quizás ahí suban el presupuesto y tonifiquen los cuerpos de seguridad, pero tal vez ni eso les haga falta. Me pensaré el ir a la primera huelga general que le convoquen al PP, mucho progre de pacotilla se rajó el 29 S porque la huelga era contra el PSOE, esos jinetes que, como en las viejas películas del Oeste, han saltado al caballo galopante de la socialdemocracia, en busca de un rico al que hacer pagar los impuestos que no les han exigido estos 8 años de gobierno.  El trasvase de riqueza sigue su curso, pero somos libres, como yo ahora, de ahogar mis lamentos en un comentario insulso, añorante de un tiempo en que soñábamos con robarle el fuego a los dioses, con esa sociedad de personas verdaderamente libres que sería la sociedad socialista, de la que hace mucho tiempo que, erróneamente creo, IU no habla. Sí, la izquierda, si se pretende transformadora,  tiene que reivindicar la superioridad ética, la esencia de justicia que supone el  socialismo frente al capitalismo, cuyo rostro humano, en el primer mundo por supuesto, en el tercer mundo siempre le han visto su carita expoliadora y asesina, no volverá. Y no, no crean que me he apartado del tema, el trato al señor Meyer es el que millones de oprimidos anónimos sufren diariamente, con resignación casi siempre, en los diferentes ámbitos de su existencia, sean laborales, familiares, o políticos, pero claro, ellos no son portada de un diario, salvo que se produzcan, y en un número más o menos impactante, como consecuencia de ese maltrato, muertes. Ese trato infame sería inconcebible en una sociedad de libres e iguales. O sea, en el comunismo, que no conformaría, desde mi óptica, la sociedad de los uniformes, sino de los diversos, donde todas las potencialidades tendrían abierto el  camino.  Lo reconozco, debo parecerle a quién me lea lo que soy,  un utópico estrafalario y delirante. Por cierto, no he citado ni a ETA ni al malandrín Otegui, algún Can Cerbero de las esencias patrias ( ¡dios de los ateos! ¿cuántas veces tendré que oirle a Rajoy en los próximos años ese sonsonete de que "somos una gran nación"?) debe tener mono. Espero poder darle su chute prontito.

miércoles, 26 de octubre de 2011

"Yo soy el castigo de Dios.." o Gengis Khan en el siglo XXI

Ayer, mientras hacia un poco de bici estática, veía en televisión una película que no pasará a los anales del arte cinematográfico, pero donde salía por boca de un mafiosillo de las peleas clandestinas la siguiente cita, que le atribuía a Gengis Khan: "Yo soy el castigo de Dios, si no hubierais cometido grandes pecados, Dios no me habría enviado para castigaros".
Lo reconozco, la frase de marras, que me apresuré a apuntar, ha estado rondándome cual mosquita cojonera. Y ese pensamiento no me lleva a las grandes llanuras asiáticas recorridas por hombres a caballo hace ocho siglos. No. Me deja pegado a la actualidad.
Hoy viendo las imágenes de Sirte, bárbaramente destruida, desmenuzada, pienso que más de un habitante de ella, si es creyente, habrá pensado en que le han enviado un castigo divino por su gran pecado: vivir en la ciudad natal de un hombre que han dejado pudrirse a la vista del mundo y que han enterrado, secuestrando su
cadáver, clandestinamente en el desierto, por si se convertía su tumba en lugar de peregrinación. Ben Ali el vecino tunecino derrocado en febrero está en Arabia, probablemente en un palacio de protección oficial (no creo que de 70 metros cuadrados). Gaddafi, disponiendo, según decían, de una gran fortuna, debía ser un o hombre cegado o con ciertos principios. En este caso, no es Gengis el castigador, el portador de la ira divina, sino la OTAN, entidad con bastante más potencia mortífera que el conquistador mongol. Civilización y democratización en estado puro. Tan democratizados están, tanto les ha gustado a los del Consejo Nacional de Transición el cursillo acelerado que les han dado, que han pedido que se prorrogue hasta final de año la estancia de los otánicos profesores. Pero una pregunta me ha surgido a mi, ¿la intervención de la OTAN no era aérea y para impedir la masacre del pueblo libio (nunca retransmitida) por Gaddafi? O sea, en teoría no han puesto una bota, en sentido literal, en Libia. ¿O sí?
Otros que parecen un castigo de Dios, este mucho más cercano, menos sangrientos pero bastante crueles, son los señores de la CEOE, que la semana pasada, aunque quedó algo oculto por la noticia libia y el alto el fuego de ETA, presentaron su programa electoral, que podría resumirse con el siguiente slogan (parafraseando al Partido Comunista de los Pueblos de España que dice en su lema de campaña: "Todo para la clase obrera"): ¡Todo para la clase empresarial! Lo peor, y los amigos del PCPE lo saben, es que su lema está lejano a cumplirse, pero el de la CEOE se presenta cada vez como más factible, y no debemos preguntarnos que hemos hecho para merecer tal castigo (aunque si pienso en la marejada de votos peperos, procedentes de los trabajadores, que inundarán las urnas el 20 N... me quedo pensativo), sino que es lo que no hemos hecho para evitarlo (¿oigo los silbidos de CCOO y UGT mirando para otro lado?). Esos señores pretenden rebajar la indemnización por despido improcedente de 45 días a 20, de los cuales 8 pagaría el estado a través del Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), con un límite máximo de un año. El improcedente se liquidaría con entre 12 y 0 días de indemnización. Acabarán planteando que la gente pague por haber estado empleada.
Otro gengiskhaniano enviado por Dios es José Carlos Francisco (presidente de la CEOE en Tenerife y exconsejero de economía en los 90 del gobierno autónomo) que declaró que en Canarias la educación privada representa un 18% del total, mientras en la Península supera el 25%. Planteaba que si nos pusiéramos a la altura del territorio continental las arcas públicas de Canarias se ahorrarían 300 millones de euros. Y unos pocos harían unos negocios bien sabrosos, añado yo. Además, como estoy en contra del adoctrinamiento ideológico, planteo todo lo contrario, prohibiría la educación privada, especialmente la religiosa. Una anécdota: hace muchos años se me presentó la oportunidad de trabajar en un colegio privado. Su dueño me citó para entrevistarme y dejarme claro una cosa: "no diga usted nada que entre en contradicción con la doctrina católica". En ningún centro público de los que he trabajado me han preguntado por mi ideología. La educación estatal es mucho más libre, más diversa.
Para acabar, recuerden ustedes que Dios expulsa al hombre y a la mujer (pero que conste que quien la cagó fue Eva) del Paraíso Terrenal, en el que estábamos "condenados" a vivir gozozamente sin dar un palo al agua. Y el Señor le dijo a Adán (después de condenar a la mujer a parir con dolor y a estar bajo la autoridad del hombre, por metepatas): "ganaras el pan con el sudor de tu frente". Para ponerle la guinda al castigo divino, Paulino Rivero, flamígero arcángel presidente de Canarias y sus romerías, otro enviado para hacer expiar culpas a los trabajadores, le ha añadido dos horitas y media semanales extra de trabajo al personal sanitario de este archipiélago, donde lo único que erupciona, y debajo del agua, para no molestar mucho, es un volcán.

domingo, 23 de octubre de 2011

Mi instinto delictivo perdura, como trinque a un buen poeta (hombre o mujer), Vlad va a quedar a la altura de Bambi (frugal herbívoro)

En este poema, aún reconociendo que me cuesta reírme de mí, intenté describir mis impericias poéticas con ironía y humor. Lo confieso, la última estrofa, juego de palabras con referencias bíblicas, me parece bastante lograda.
Ya lo he dicho en anteriores ocasiones, pero por si alguién es nuevo en este callejón, recuerdo que las ilustraciones son de Pilar de Vera.

viernes, 21 de octubre de 2011

Brevísima reflexión tras los finiquitos de ETA y de Gaddafi. (La misma historia de violencia)

El impune fascismo español, que mató al menos 100 veces más que ETA (estadística pura),  jamás pidió perdón, ni siquiera perdieron prebendas, ni ninguno de sus sicarios o inductores pisó una cárcel por sus múltiples crímenes. Y eso no significa que justifique los asesinatos de ETA, pero no se puede poner todo el proceso de dialogo o resolución del conflicto vasco, que no acaba con la decisión de ETA de no atentar más, en función de lo que decidan las víctimas de esa organización, víctimas que siempre tendrán más reconocimiento mediático, económico y legal, que los asesinados por el fascismo, bien sea en cunetas o pozos, o en tapias tras juicios nunca anulados (mínima reparación a las victimas de Franco: devolverles su buen nombre), que no tenían nada que envidiarle, en los años más negros de la tiranía, a un tiro en la nuca o al despiadado coche bomba.
Sobre este tema una última reflexión. Dicen que ETA ha sido derrotada por el estado de derecho, que no ha conseguido ningún objetivo. De acuerdo. Pero yo me hago una pregunta: ¿Si a medio plazo, un bloque soberanista mayoritario en el País Vasco, de manera totalmente pacífica, por supuesto, le plantea al estado español que quiere ejercer el derecho de autodeterminación o derecho a decidir, cuantos medios saldrían, tocando las trompetas de Jericó, a decirnos que esa concesión, inaceptable, sería una victoria política póstuma de ETA, una traición a la sangre de las víctimas? El problema es que usted puede ser independentista (yo soy republicano federal), pero la Constitución no le permite, manu militari (que es mano violenta) lograr la independencia, aunque esas posiciones se conviertan en mayoritarias. Pues vaya gracia.
Para acabar, lo macabro. Todos los líderes europeos y americanos (con esas manos lavadísimas, frotadas hasta hacerse sangre) que hace apenas dos telediarios le permitían plantar su jaima en los jardines de cualquier palacio, ayer se regodeaban con la captura, humillación y asesinato, vía tiro en la sien, aplicando la ley del juez Lynch, de Gaddafi. Eso sí, haciendo muecas para intentar contener la risa, condenan la violencia como arma política. Ellos hipócritas, y nosotros, sus votantes, algo peor, cómplices indispensables: los ponemos ahí.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Arroyo continuo, fluye la sangre (Una historia de violencia)

La violencia.
John Banville, escritor irlandés al que no he leído, declaraba hace unos días, refiriéndose a la candidatura de Martin MacGuiness, ex jefe militar del IRA, a la presidencia de la República de Irlanda, que "una persona con sangre en las manos no puede ser presidente". Vamos a dejar el planeta casi sin jefes de estado, con lo cuál quizás habría que empezar a estudiar con atención la propuesta del, permítaseme la familiaridad, amigo John. No estoy diciendo que todos los jefes de estado se hayan cargado con sus propias manos a alguien. Bueno, uno al menos si conocemos que lo hizo: el nuestro, Juan Carlos I el Campechano, que con 18 añitos, mientras jugaban con una pistola (ya dice el acervo popular que las pistolas, y más en el caso de la católica España, las carga el diablo) en la villa de su padre en Estoril, mató a su hermano Alfonso de un disparo accidental. Yo nunca he dudado de que el disparo fuera fortuito, su hermano era menor y no le ensombrecía su hipotético acceso al trono vía designación de Franco ( esta se produjo en 1969). Lo que si me llama enormemente la atención, y me hacer dudar de la catadura moral del individuo es, que después de matar a tu hermano, desarrollara una desmedida afición a la caza, o sea, a las armas. No sé si este hombre tiene sangre azul o rojigualda, pero a mí me revuelve el alma. Dejemos al ciudadano Borbón y volvamos al resto de los jefes de estado. La mayoría, más allá de que hayan tocado un arma en su vida, tienen muertos sobre sus espaldas. Simplemente constato, ni me planteo si son mandatarios elegidos o no. La elección por votación popular de Bush, Blair o Aznar no los legitimaba para "democratizar" en sangre Iraq. Estos que acabo de citar no tienen sangre en las manos, pueden llenar una bañera y chapotear. O el amigo "socialista" Solana, secretario general de la OTAN en 1999, cuando durante meses esta organización bombardeó Belgrado matando, entre otros peligrosos individuos, a diez trabajadores de la televisión yugoeslava.  Mandela, que algunos quieren equiparar a Ghandi, como ya dije en alguna ocasión, fundó "La Lanza de la Nación", justificadísimo brazo armado del Congreso Nacional Africano que utilizó durante decenios la lucha armada contra el ejercito racista sudafricano. Mandela gobernó Sudáfrica al poco de salir de la cárcel tras 28 años preso. Su lucha, siendo muy justa, originó muertes y sufrimiento, que por supuesto en mucha mayor medida sufría el pueblo negro oprimido de Sudáfrica. Como anécdota contaré que en uno de los juicios a dirigentes de la izquierda abertzale, cuando uno de ellos citaba a Mandela, a los jueces, haciendo gala de su sapiencia y rigor, poco les faltó para mandarlo a enjuagarse por nombrar, con su boca sucia, al santón de la paz. Y cuidado, estoy convencido de que Mandela ha sido siempre un hombre de paz, incluso cuando empuño, dirigió o inspiró  a los alzados en armas. El poder se cimenta en las armas, que, nos guste o no, matan. Después llegan los grandes medios de comunicación a vestir la sangre con los ropajes dialecticos adecuados, unos buenos y otros malos, malísimos, pertinentes para encauzar el pensamiento en la dirección que los poderosos desean. Las guerras pueden ser justas, necesarias incluso en determinadas situaciones de opresión extrema, pero nunca son humanitarias, siempre generan un enorme dolor. Poca gente duda hoy de la justicia de las guerras de liberación nacional libradas en los siglos XIX y XX. Los dirigentes que gobernaron esos territorios después de liberarlos del colonialismo o el imperialismo, no creo que dudaran de que sus países, como los recien nacidos, eran alumbrados envueltitos en sangre.
 ¿Podemos cuestionar a Martin Macguiness?¿Dentro de equis años podría un expreso etarra ser lehendakari? La sangre se derrama, pero nunca deja de fluir.
Como historiador me produce una cierta desazón saber que el relato de la sangre es, en buena medida, mi medio de vida.
Acabo con dos versos de Silvio Rodríguez de "la Canción del Elegido", que me parece que compendian el devenir del ser humano en este planeta.

Y al fin bajo hacia la guerra…
¡perdón! quise decir a la tierra.

jueves, 13 de octubre de 2011

A vueltas con el 15 O y los rojos. De caminos y senderitos

En diversas ocasiones, cuando releo artículos que he colgado en este blog, me entra la desazón de si habré sabido expresar, con exactitud y claridad, mi pensamiento acerca del tema abordado. Casi siempre, tras la relectura, no en caliente, sino en frío, uno o dos días después, me surge la impresión de que algunas hilachas han quedado sueltas. Hecho que por otro lado (la contradicción siempre me acompaña) debería considerar positivo desde la perspectiva con la que afronto este blog: generar, perdón, sé que suena muy petulante, pensamiento. Por eso siempre hago un llamado, casi una súplica, a las personas que pasan por aquí, a que se animen, a que escriban en cualquiera de las paredes paralelas de este callejón en construcción, sus reflexiones o sus impulsos malévolos. Que no, que no me olvido del Banco de España, joder (ni del picoleto simpaticón de la puerta). ¿Destruir el sistema capitalista necesita financiación? La escena que se me ha cruzado por la mente es digna del teléfono de Gila: "Buenos días señor Botín, somos los revolucionarios, los nietos de los hermanos malasombra e hijos de la bruja avería,  necesitamos un crédito para cargarnos el capitalismo. (...) ¿Cómo? Con ese tipo de interés no hay quien compre un spray para enardecer a las masas poniéndolo a usted a parir, ni un par de tubos de silicona para joderle la cerradura del banco. (...) ¡Ah!, que lo tomamos o lo dejamos, en fin, tiene uno que quedarse en calzoncillos para enviarlo a usted al basurero de la historia".
Me he desviado por completo, pero el blog tiene ese encanto, comienzas con una idea prefijada, con el camino bien señalado, y de golpe ves un senderito chico al que te apetece echarle un vistazo, descubrirle un encanto. Pero bueno, me disciplinaré un poco y trataré el asunto que me ha traído aquí. Ya el titulo les indica que revisito la última entrada que hice, pues siento que quedó incompleta. Comentaba que la gente que impulsa el 15 O no debía caer en la "banalidad de lo moderno, del desaire al pasado, a lo viejo", que cometerían un error despreciando la bandera roja (modesto trapo la llamaba) que ha acongojado a más de un capitalista. Me reafirmo en todo lo escrito, pero siento que me faltó decir que los de la bandera roja se equivocarían si el 15 O se quedan en casa por desconfianza, porque incluso en alguna ocasión se les ha tratado injustamente de violentos (ese es otro temita que tiene tela: la violencia). Estamos todos en el mismo barco, aunque sea mirándonos de reojo, y hacen falta marineros viejos y avezados junto a los recién llegados que aún marean, y aunque la tierra sea redonda, como no unamos nuestras fuerzas para remar en la dirección adecuada, cual carabela medieval, vamos derechitos, entre mares tenebrosos, al abismo.

martes, 11 de octubre de 2011

El 15 O y los rojos

El 15 de octubre se prevee una movilización internacional denominada "Toma la calle" que se desarrollará en más de 600 ciudades, bajo el lema: "Unidos por el cambio global". Por lo que he leído es, digámoslo así, una continuación del 15 M. A mi modesto entender la idea fuerza que subyace bajo está convocatoria es  (con todos los matices que queramos hacer) la irrespirabilidad del mundo en que vivimos, la deshumanización a la que nos somete una minoría depredadora, que no son los políticos, insisto. Muchos de ellos no son más que empleaduchos que, como ya les conté en una ocasión, cuando mis delirios de delincuencia ilegal, no tienen ni la careta para un atraco en la tienda de carnavales de la esquina.
Tenemos que retomar con toda su fuerza un concepto básico para que estas luchas no sean un movimiento que tarde o temprano se diluya, quedando como un elemento de estudio para los historiadores. Algo similar al mitificado mayo del 68, que lo mejor que nos ha legado es una serie de eslóganes recurrentes para adornar alguna tapia abandonada. Todos conocemos ejemplos: "Prohibido prohibir" (absurdo y profundamente reaccionario, liberalismo puro, ¿prohibido explotar?) o el más lírico de que "bajo los adoquines están las playas" (existencialista, para los melancólicos pertinaces, como el que esto escribe, tiene su encanto). No cargo contra mayo del 68, pero tengo la sensación de que no fue mucho más que un grito de rebeldía. Un hermoso fuego artificial ante el que durante algunos segundos medio mundo quedó boquiabierto,
y al que después la tropa intelectual se ha dedicado a embellecer y el que puede, si la edad se lo permite, a alardear de su presencia allí. El 15 M o el 15 O, corren el mismo peligro que mayo del 68, y para mi ese peligro se empieza a conjurar teniendo claro que lucha se está librando. Y esa lucha se llama lucha de clases. Y el objetivo de una clase trabajadora oprimida, el paro, tan abundante entre los jóvenes, es una manera de opresión, (si, estudiantes y recién titulados, no sueñen con ser pequeños burgueses, luchen por ser lo más digno al alcance de un ser humano, por ser los que sacan fruto físico y espiritual a la tierra: TRABAJADORES) es destruir a la clase opresora. Y eso no se consigue en una jornada de lucha mundial, eso lo empezaremos a lograr cuando cada vez seamos más y más los que nos demos cuenta de que otro modo de vivir, más humano, con educación, con salud, sin embrutecimiento masivo, sin fascinación por la violencia o el poder ostentoso es, no posible (también es posible, incluso bastante probable, un mundo más encanallado) sino imprescindible. Y saben como se llama esa sociedad que, estoy convencido, defiende la mayoría que saldrá a la calle el sábado: sociedad socialista (no se confundan con el gobierno netamente capitalista del PSOE). Y los que defienden esa sociedad, lamento si alguno se horroriza, se llaman, organizados en algún partido o pululantes solitarios, comunistas.
Sí, muchos que están en el 15 M y arrugan el hocico si ven una bandera roja (comunista), deben de saber que ese es el símbolo que más ha asustado a los grandes financieros y especuladores del mundo, porque es el símbolo de quiénes los han puesto en aprietos, de quiénes les han negado que sea lícita la explotación (el enriquecimiento) de un hombre mediante la explotación (el sufrimiento ) de otro hombre.
Si quieren ser coherentes, y prepararse para una lucha larga y complicada contra una clase que no tendrá reparo en morir matando, no desprecien ese modesto trapo manchado de rojo, no caigan en la banalidad de lo moderno, del desaire al pasado, a lo viejo. Silvio Rodríguez, cuyas letras cada vez me hacen pensar más y que ahora oigo con mayor deleite que a mis remotos 20 años, lo dice claro en uno de sus versos: "yo sé que hay muertos que alumbran el camino".

sábado, 8 de octubre de 2011

Entre la ebullición y la abulia doy tumbos, desembocando en Pablo Hasel

Se me presenta una situación que tildaría de paradójica. Bullo de ideas, de noticias que me enrabietan, pero a la vez me reconcome la abulia. Ese sentido de estar entre los derrotados históricos, de que siempre ganan los mismos. Naciendo en 1959 me siento uno más de aquellos republicanos vencidos en la mal llamada Guerra Civil. Sé que es una actitud nada constructiva, pero... la realidad se impone. Cualquier lucha que se emprende es inmediatamente devorada, digerida y sus restos se pierden en las cloacas del olvido. El antropólogo Manuel Delgado, hombre que siempre te hace pensar, que tiene la gran virtud de ser a la vez un fino y crudo analista de la realidad, lo decía en una emisora de radio refiriéndose a la lucha que hubo en la universidad catalana contra el plan Bolonia, que fue dura, con encierros y cargas policiales. Incluso con una cierta trascendencia mediática. "A las dos o tres semanas era como si nunca hubiera pasado nada" explicaba Delgado. El poder comete una tropelía : retrasa la jubilación a los 67, recorta salarios de empleados públicos, inyecta dinero público en la banca, etc. Se producen las consiguientes declaraciones de rechazo, en algunos casos muy tibio, de algunas organizaciones de izquierda o sindicales, se convoca, si el hecho es muy, pero que muy alevoso, una huelguita general para salvar el careto y a la que algunos vamos por dignidad, o bien una manifestación en la que sobran las banderas que llevan algunos sindicatos, pues no han aparecido por allí ni sus liberados. Acabamos el paseo con un mitin clamando por la unidad invencible de la clase obrera, (¿está en el paraíso o en la puerta del colegio electoral con la papeleta del PP entre los dientes?) y adiós muy buenas. A la semana habrá una tropelía  aún mayor. Las encadenan a tal velocidad que ya no da ni tiempo de organizar la protesta preceptiva, que al fin y a la postre les viene genial a los poderosos pues les sirve para decirnos que podemos protestar, que hay democracia y libertad, dentro de un orden claro, sin pasarse un pelo. Lean la declaración del rapero comunista Pablo Hasel, después de ser detenido el martes por apología del terrorismo y llevado a  la Audiencia Nacional. No tiene desperdicio http://www.rebelion.org/noticia.php?id=137092, para mí es una gran reflexión, de un muchacho de 22 años, impetuoso, pero que tiene bien hermanados su corazón y su cerebro, sobre el terrorismo, contra la hipocresía, contra el gran valor de unas vidas y el minúsculo de otras. Y que nadie me venga con que toda vida es igual de valiosa. Ya lo he dicho: para su propietario por supuesto, pero económicamente, lo digo con rotundidad: no. Por si alguien no pincha en el enlace, aunque le recomiendo no dejar de hacerlo, añado aqui los versos, llenos de fuerza y emoción, con los que el mismo Hasel  acaba su escrito:

"El mundo al revés me detuvo el martes y no a quienes sí practican una amplia gama de terrorismos. Que citen rimas mías como estas:

Pueden poner al Che en una camisa mientras le llaman asesino
y hacerme quedar cual psicópata cuando sólo rimo
los versos que no dejaron acabar a Jara y a tantos,
pero la historia dispara más claro de lo que canto,
gritando que la avarícia crónica es el terrorismo
que nos lleva a los humanos a autodestruirnos.
Pueden encerrar a la libertad y llenarla de mierda
Que las heces son efímeras pero la libertad eterna".
Pablo Hasel

Punto y seguido. Espero.

martes, 4 de octubre de 2011

De pensionistas de oro y funcionarios de plomo

Nova Caixa Galicia. Desde ayer el nombre de está entidad bancaria está en boca de todos. Bocas que se abren todo lo que su cuero mentiroso les permite para expresar su asombro, su desagrado ante semejante inmoralidad. A mí me dan autentico asco, no, no los tres individuos que se han agenciado 23 millones de euros como indemnización de jubilación (por cierto la jubilación se amplía hasta los 67 años para todos los pobres infelices y ninguno de estos figuras supera los 54 años). Los contritos alegan que el gobierno ha aportado 4.000 millones de euros para salvar esa entidad. Transigiré levemente, el caso se pone un poquito más asqueroso por esa circunstancia, pero a mí lo que me envenena es que en un país con pensiones medias que no llegan a los 900 euros mensuales a nivel del estado, cifra que en Canarias se reduce a los 800, haya gente que pueda pactar pensiones de siete u ocho millones de euros... legalmente. Hablaba del asco que me producen los contritos, que apelan a la inmoralidad, por la incorrección de cobrar tamañas jubilaciones en estos tiempos de crisis, sobretodo si provienen del ámbito de la izquierda (el PSOE) que hipotéticamente está en el poder y tiene una herramienta que solo utiliza con presteza cuando se lo ordena el capital, dios todopoderoso con tres personas: Obama. Merkel y Sarkozy. Esa herramienta se llama ley. Y hace falta una ley que prohíba, tanto en el terreno público como en el privado, esas pensiones que se convierten en loterías multimillonarias que enriquecerán a las generaciones descendientes de los susodichos. La función social de la pensión se supone que es asegurar una etapa final digna en la vida de una persona. En el estado español muchísima gente, mayormente viudas que cobran 300 ó 400 euros, no tiene ese tramo, complicado, de sus vidas asegurado. Y da lo mismo que estemos en crisis o no, fariseos, cobrar una pensión por esa cantidad tiene un nombre: robo, trasvase del dinero de mucha gente a los bolsillos de unos pocos.
Ahora, demos leña al mono. O sea, al funcionario. El gobierno de Canarias anuncio la semana pasada un plan de austeridad de las administraciones. La noticia que salió en titulares de toda la prensa, para regocijo de mucha gente, precarios o parados, (yo los entiendo, pero tengan claro que no somos los funcionarios los responsables de su situación, al revés, si la sanidad o la escuela pública se van a pique, ya no tendrán ni lo más mínimo que debe ofrecernos la vida: formación y salud) manifestando
esa victoria tan maravillosa que han logrado los poderosos: dividirnos a los trabajadores, era que se iba a vigilar que los funcionarios trabajaran lo estipulado en su horario y que se les descontaría "un minuto perdido".
Miserables. Quieren ganarse el aplauso fácil de la gente. Plas plas plas, aquí tienen el mío. Su obligación, como administración, ha sido siempre controlar el desempeño correcto en su trabajo de cualquier empleado público, hecho que estoy convencido hace la gran mayoría. Y al que no cumple con su deber aplíquesele la ley de la función pública o la que según el status laboral de la persona, sea de rigor.
En España 12 de cada 100 trabajadores son empleados públicos, la media en la UE es de 15 o 16, en Suecia 22 y allí el desempleo y la crisis es algo más suave que en el territorio español. El problema no es el exceso de funcionarios, el problema es que nos tragamos sus falacias, una tras otra, probablemente porque es más fácil la digestión, mecanismo automático, que el engranaje lento, a veces mortificante, del pensamiento. No obstante, tengamos cuidado, el empacho puede ser de órdago.
Acabo con un dato: 1 de cada 4 euros que circula por el territorio español. lo hace en "negro", sin el control de la Hacienda Pública. ¿Somos capaces de imaginar de cuantos miles de millones de euros, que nunca llegarán a las arcas públicas, estamos hablando?
Seguro que los defraudadores fiscales quieren que se rebaje el número de funcionarios públicos. Empezando por los inspectores fiscales, por supuesto. Gasto inútil.

domingo, 2 de octubre de 2011

"Una República de trabajadores de toda clase" (artículo 1 de la Constitución de 1931)

Leo una noticia en un medio digital alternativo, cuyo enlace
adjunto: http://www.kaosenlared.net/noticia/promueven-campana-recogida-firmas-para-modificar-constitucion, que habla de que el 15 M ha iniciado una campaña de recogida de firmas, para que la ciudadanía tenga derecho a solicitar referendums vinculantes. Iba a introducir un comentario en el propio Kaos pero, no se porqué razón, me resulta imposible.
Procedo a ponerlo aquí, aunque no era este su destino. Ya saben, dicen que los padres siempre cobijan a los hijos, quizás  les parezca , si no gemelo, si mellizo de algún otro anterior:

Hay un paso que, si queremos hablar de una democracia real debemos plantearnos, que es la democracia republicana. En el estado español esa democracia la simboliza la avanzada constitución de 1931, aprobada sin las metralletas amenazantes del 78 (y no me refiero a ETA).Esa es la primera consulta popular, la que nunca se nos hizo, decidir, después de la dictadura franquista, si queríamos al rey heredero del fascismo o la recuperación de la República derribada por los militares felones. Con la constitución del 78 y la apertura de libertades políticas, había que "tragarse" la monarquía y la bandera. El 15 M habla en muchas ocasiones de los políticos, a los que increpa a diestro y siniestro (recordemos el agua a Cayo Lara en una acción antidesalojo),  pero ¿dónde está la crítica a una jefatura del estado hereditaria?, o sea, surgida, es así de crudo y ridículo, ya lo he escrito, de la conjunción de un espermatozoide y un óvulo. A una familia que recibe todos los años, para su libre disposición,  9 millones de euros de las arcas públicas, aparte del costo que tienen sus palacios, viajes, etc. En ese tema el 15 M está calladito, creo que deberían ampliar la agenda, más aún, después de ver a individuo tan vivales, hablar de los " bastantes sacrificios " que esperan a los habitantes del estado español. Me dirán  algunos que no es tema prioritario. Opino que no debe de haber queja por la paciencia republicana, el asunto está pospuesto desde hace más de 30 años, por culpa sobre todo de una izquierda que inclino la bandera de la República con gran celeridad, me refiero principalmente al Partido Comunista, hundido apenas unos años después. El PSOE, en su gran mayoría, vivió el franquismo y la transición con placidez mayororejiana, sabiendo  que los EE.UU.  y la socialdemocracia alemana lo tenían destinado para elevados designios. Esta tesis la defiende Joan Garcés, socialista por cierto, en su libro "Soberanos e intervenidos".
 Y que conste,  no critico que se luche porque la gente pueda pronunciarse mediante referéndum sobre muchos temas que le afectan a su vida cotidiana, lo apoyo firmemente, me parece vital, porque incluso hay un agravante, muchos temas que se aprueban en Las Cortes, de gran trascendencia, como la reciente modificación constitucional, no iban en el programa político del partido que los proponía, en este caso el PSOE. ¿Podemos hablar de algo mínimamente parecido a democracia cuando los programas electorales son papel mojado o hablamos de fechoría antidemocrática? Y por último, sobre el PSOE: ¿Les creemos ahora que sacan del baúl la pintura de guerra, roja por supuesto, contra "los poderosos"? Lo prometo, hoy  no ”vi arder naves más allá de Orión”, pero aluciné viendo entonar los acordes de La Internacional a un señor calvo y con barba (podría ser yo mismo). Ya lo sé, esto es una "democracia representativa". Y más del 80% votan y callan por el bipartito PPSOE. Humilde, pliego velas.