lunes, 29 de enero de 2024

                                                                       Gracias, Jaime Gil de Biedma


Como todos los poetas,

revolucionarios y jóvenes,

(quién imagina,

sangre lenta y espesa,

un poeta viejo)

cargado de iconografía soviética,

aguerridas barbas cubanas

y el superpoder

de las ideas más morales

que los siglos contemplaran,

fluyendo por barrancos,

acechando en degolladas

o en heroicas acciones urbanas

incursionando 

Mesa y López o Triana,

vine a llevarme por delante

el palacio,

fachada reluciente y alma desvencijada,

de los reyes godos

con sus bailarines burgueses

y sus custodios de la porra,

siempre desclasada mesnada.


Como todos los poetas jóvenes

que no lograron el triunfo de la derrota, 

reaccionarios y viejos,

acabé, imbécil el ademán, 

ligero el paso,

animal de digestiones inverosímiles,

devorando, eructo de sueños,

toda la quincalla.