lunes, 28 de noviembre de 2011

El PSOE sin complejo de clase, social por supuesto, o en busca del líder perdido (Bono dixit)

Hoy el diario Público, en su edición digital, muestra las siguientes declaraciones de Bono: "El presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, ha esbozado el perfil al que, bajo su punto de vista, debería ajustarse el secretario general que salga del próximo congreso socialista: alguien "sin complejos territoriales, ni de edad, ni de clase... Alguien moderado, no dogmático y que sea español sin complejos, que no le de vergüenza  decir '¡viva España!'
A las negritas que pone el periódico a partir de "español sin complejos..." yo he añadido el "ni de clase".
Me interesa reflexionar sobre el "complejo de clase".
Vaya por delante. Soy un perfecto acomplejado. Un tipo que piensa que las clases existen y que tienen intereses contrapuestos, lo que las lleva a luchar entre sí, a entrar en conflicto. En este mismo blog ha habido alguna persona que me ha dicho que es un concepto antiguo, que hoy la verdadera clase existente es la clase media. Esta clase en esencia es difusa. Se supone que se caracteriza por tener acceso a una vida, entiéndaseme, con un cierto grado de bienestar. El gran logro de la socialdemocracia: "El estado del bienestar". Casa, coche, acceso a educación y sanidad y a regalarse un viajito en vacaciones. Elementos que en gran parte de Europa asumía la derecha, al menos cuando entre nosotros habitaba el llamado bloque comunista, ese "monstruo" que, curiosamente, no le gustaba un pelo a las oligarquías de Occidente. Y no, no me digan que era por la falta de libertades que existía en los países del llamado socialismo real. Ese hecho no lo discuto, muy pronto la S de soviético (asamblea de trabajadores, lugar de debate, de confrontación de ideas) perdió todo el vigor de creatividad que debía ser su esencia. EEUU apoyó militar y económicamente la dictadura fascista de Franco sin sentir el más mínimo atisbo de piedad por la falta de libertades y las pésimas condiciones sociales que existían en el estado español. También impulsó y cobijó a Pinochet, a Somoza en Nicaragua y sigue apoyando al régimen absolutista imperante en Arabia Saudí. Son sólo unos pocos ejemplos de que en realidad la libertad o el sufrimiento de la gente les importaba, y les importa, bien poco en su lucha contra, como denominó Reagan a la URSS, "el imperio del mal" o en la defensa de sus intereses de clase. Este malvado imperio se derrumbó en 1991. El comunismo fue enviado al basurero de la historia (que Fukuyama dio por finiquitada, se había llegado a la sociedad  democrática perfecta y la historia como elemento evolutivo, de cambio, felizmente fenecía). Caído el comunismo, la libertad y la prosperidad brotarían por todo el planeta y... la lucha de clases iría al mismo basurero que sus ideólogos (los comunistas). Mientras, la clase media reinaría por los siglos de los siglos. Sin embargo, 20 años después, cuando la capital del antaño imperio del mal es una de las ciudades con más ricos obscenos del mundo, buena parte de esa clase media tiembla y vivimos una de las fases más feroces de la lucha de clases. Ustedes me dirán: pero si hoy lo que se "huele" en el ambiente es un miedo atroz por parte de los sectores populares, se intenta que no nos quiten el derecho a la sanidad o a la educación, que en el convenio no nos recorten mucho el sueldo a cambio de que no despidan a nadie. Tienen razón, es una lucha defensiva, con un enemigo envalentonado, que sabe que va ganando terreno constantemente, y por ese motivo es más encarnizada que nunca. Se trata de una lucha, para sectores cada vez más amplios de la sociedad, por la defensa del asediado (y ya bastante derruido) estado "socialdemócrata" del bienestar. Y en esta lucha los más descolocados son precisamente los socialdemócratas, que cada vez juegan un papel más secundario al asumir como propia (más allá de una cierta sensibilización social) la ideología de una derecha que niega la lucha de clases. El fascismo, señor Bono, no tenía complejos de clase, solucionaba el tema apelando a la colaboración de las mismas (¿le suena el sindicato vertical?). Mientras los grandes poderes financieros nos atacan con ferocidad, queriendo reducir el sector público a la mínima expresión, los grandes medios nos bombardean con mensajes muy dañinos del tipo de que todos tenemos que arrimar el hombre para salir de la crisis, o sea, apelan a la colaboración de clases, a quitarnos el complejo de clase. Lamentablemente ese complejo se lo quitó el PSOE hace mucho tiempo. Ahora buscan, como anhelante maná para su travesía del desierto, un líder, un hombre o mujer sin complejos que grite: ¡Viva España! Grito cargado de simbología que, querámoslo o no, es patrimonio, desde los tiempos de la dictadura, de la derecha. En el congreso que van a celebrar en febrero mientras muchos atisban el aura de un hombre (o mujer) providencial, quizás, sé que me muevo en la creencia-ficción, se levante algún delegado que, musitante, con complejo de clase, diga: "¿Y qué hay del socialismo compañeros?"


Aclaración: el artículo se centra en la Europa capitalista desarrollada, en los países capitalistas subdesarrollados jamás han percibido ni siquiera el aroma del guiso socialdemócrata.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Banqueros, jovenes y niños trabajadores (una reflexión nihilista, bienintencionada y llena de humo)

Soy un hombre que sueña con la impasibilidad, que fuma su pipa mientras espera que los bárbaros destruyan por completo las conquistas sociales de casi dos siglos de movimiento obrero. Navego, entre cimas y simas, por una extraña montaña rusa. A veces pienso que hay que luchar y otras me sale el punto pasota y me digo que las urnas hablaron, que 11 millones, entre los que hay muchos trabajadores, los avalan. Tienen toda la legitimidad del mundo para gobernar e imponer sus medidas. Nadie fue con una pistola en la nuca a poner su voto en la urna. Otro cantar sería hablar de si hay igualdad de oportunidades para que lleguen todas las sensibilidades políticas a la gente, más allá de lemas machacones y vacuos. Yo supero los 50, soy un hombre, libros aparte, básicamente austero, profesor de enseñanzas medias, creo que puedo aguantar, pero la juventud... ¿qué perspectivas tiene? Todos los días les digo a mis alumnos que hay que formarse, y siento que en el fondo les estoy vendiendo una mercancía averiada, que por mucho que se preparen les espera la precariedad. En el mejor de los casos un carrusel de trabajos mal pagados, con estancias más o menos duraderas en la cola del paro, donde infrautilizarán sus conocimientos, sus años de estudio y esfuerzo. Temo que se frustren muchas vidas. Sé que eso también está pasando con gente ya madura,  que se mueve en un  laberinto de difícil salida.
No me hagan mucho caso, el pesimismo, trufado en ocasiones  de ironía , es mi seña de identidad, pero tranquilos, el sol siempre sale, aunque uno sepa que un día ya no estará para verlo, y por eso creo que la economía debería estar siempre, durante nuestro tránsito, corto o largo por este planeta , al servicio de las personas. O sea, la esencia del socialismo o el comunismo (no hablo de ninguna sigla concreta), si este quiere ser digno de ese nombre. Algunos de los lectores pensarán, con toda la razón, que es una reflexión blandita, entre nihilista y bien intencionada, carente de profundidad.  Y tienen razón, es un comentario básicamente emocional. Pero creo (por dar algún dato), en mi idealismo, que si queremos una sociedad más justa, más humana, jamás deberíamos consentir que un individuo, Alfredo Sáenz, consejero  delegado del Banco de Santander, vergonzozamente indultado, en otro de sus estertores infames,  por el gobierno del PSOE (partido que arrastra la palabra socialismo por el lodo), tenga un fondo de pensiones acumulado, hasta ahora, de 88 millones de euros, en un país donde la pensión media es de poco más de 800 euros al mes (11.200 euros al año), y haya ganado  10,2 millones de euros en el 2009 y (habrá encima que agradecérselo, por la rebaja)  9,1 millones en 2010. Mientras tanto, los grandes banqueros desfilan por la sede del PP, la CEOE da instrucciones a diario sobre reformas laborales o convenios descolectivizados. Estamos tan mansos, yo el primero,  chupando tranquilo de mi cachimba, que ya ni disimulan. O quizás lo hagan un poco. Me imagino a Toxo y Méndez diciéndole a Rajoy que les deje mínimamente salvar la cara, que tendrán que convocarle una huelguita, pero que la vida sigue. Para terminar un chiste que he leído hoy (si es de buen o mal gusto júzguenlo): “El Banco de España (aquél que pensé en atracar) http://josejuanhdezlemes.blogspot.com/2011/09/un-brevisimo-cuento-nada-ejemplar.html exige requisitos de honorabilidad para los ejecutivos financieros”. Aunque tampoco es tan extraño, fíjense ustedes que en pocas películas sale tanto la expresión “hombres de honor” como en las de mafiosos.
Una última perla que no quiero dejar pasar, el candidato republicano a la presidencia de EEUU Newt Gingrich, se situó a la cabeza de las encuestas como favorito de su partido, después de proponer que los niños "desfavorecidos" (eufemismo de pobre) de más de nueve años puedan trabajar de manera temporal en sus escuelas, despidiendo a los empleados de mantenimiento. Esto lo propuso en una conferencia en la Universidad de Harvard, en la que calificó de "estúpidas" las leyes laborales infantiles. No me estremece su propuesta, de estás bestias pardas puede esperarse todo, me escalofría su subida de un 8 a un 24 por ciento en las encuestas. El fascismo, en su simpleza, sin uniformes, siempre acecha.

lunes, 21 de noviembre de 2011

En el primer día de la advocación mariana o en España... empieza a amanecer

Reflexión urgente y brevísima, que es casi una posdata de la del día 19 (último día de la era zapaterista), escrita en la mañana del 21 de Noviembre, (primer día de la era marianista, parece que invoco a la virgen). Hoy tengo cinco horas libres pues ayer,  por imperativo legal, dediqué parte de mi noche a recontar las tropecientas papeletas gavioteras ( estética ave de carroña) con que mis vecinos llenaron la urna donde ejercí de vocal. Al final del recuento, no sé si fue una alucinación por el cansancio, el estar en un aula de un colegio construido en la época fascista, o un primer efecto de la advocación mariana, pero me pareció ver en la pared la sombra de un crucifijo y a ambos lados los ectoplasmas sonrientes, en tan señalado día, de Franco y, algo más circunspecto, de José Antonio.
Casi once millones de mis conciudadanos votando al PP y otra gran mayoría, más pequeña, votando al PSOE (lo siento, pero así lo pienso) parece que si, que como decía en la anterior entrada, creen que éste es el mejor sistema de organización política y económica para el planeta. Ellos, tan pulcros, piensan que la miseria, (que tanta pena les da, que a tanta cuestación les convoca), como la mierda que a tantos mata, forma parte, y tienen razón, del orden natural de las cosas. Un orden natural, al que combatiendo su lado cruel, nos humanizamos. Habla Santiago Alba Rico en un interesantísimo y muy instructivo articulo, cuya lectura recomiendo http://www.kaosenlared.net/noticia/derecho-ser-lanzado-contra-pared sobre prostitutas, leones y corderos, y la naturaleza. Atémonos los machos, ovejitas mías, el sector duro de los leones acaba de instalarse en la Moncloa y no es que, como decía en su memorable canción Al Alba Luis Eduardo Aute, "vengan con hambre atrasada", llevan tres años dándose un festín, pero su "naturaleza" es insaciable. Hoy los leones que custodian la entrada del Congreso de los Diputados (¿se han preguntado que simbolizan? ¿ la gallardía inigualable del pueblo español?) visten camisa azul, de diseño por supuesto, sin correajes, pero rugen con más fiereza que nunca. Si yo fuera alguno de los siete diputados de Amaiur ( crece la posibilidad de un Otegui lehendakari en año y pico), una manchita en la camisa nueva, de esas con las que hay que tener cuidado, pues si la frotas se extiende, me mantendría a prudente distancia. Con una lima, fabricada con la garantia del producto alemán, en concreto la poderosa firma Merkel y su filial francesa Sarkozy, afilan sus colmillos. El almuerzo somos nosotros. El ciudadano del estado español tiene fama de díscolo, pero (sé que esta afirmación es polémica) en buena parte está educado en el grito de protesta tabernario que, cuando quita el codo de la barra del bar, es pura obediencia.
Pdta: este artículo, aunque creo que es comprensible autónomamente, se entiende mejor leyendo  la última entrada, la del 19 de noviembre.

sábado, 19 de noviembre de 2011

En la jornada de reflexión: mierda (con perdón) con una pizca de merengue

Hoy es el día de reflexión. ¿Se dan cuenta? Es absurdo. Cualquier persona con interés por la " Res Pública", hablando en "cristiano", por el acontecer político (aquí lo englobo todo, lo económico, lo cultural, lo social) del mundo donde vive, debería tener como uno de sus fundamentos la reflexión sobre la realidad que lo rodea. Soy consciente de que muchas personas no están en condiciones de llevar a cabo esa reflexión porque viven una realidad muy dura, donde su principal esfuerzo es la lucha por el sustento diario, por buscar un trabajo (o no perderlo) en lo que sea, aunque le impongan unas condiciones draconianas, de semiesclavitud. Y nos quieren así, sin capacidad de pensamiento, de crítica. Es el edén soñado para la clase dominante: una  espada de Damocles vital sobre las cabezas de millones de personas (cuando nuestra cabeza está en juego la serenidad, que es base de la reflexión, es muy complicada) y por otra unos potentísimos medios de comunicación que nos adocenan (con emisiones masivas de basura, programas que nos invitan a ser los payasos de un circo sin gracia) y aterrorizan con las siete plagas bíblicas o, para actualizarnos, "las siete primas de riesgo", a cual más siniestra y amenazante. Y la verdad, es que así no hay quien reflexione, lo que te entra es flojera de barriga y tienes que salir disparado al baño. Y al baño quería, en este día de reflexión (quizás uno de los lugares donde podemos pararnos un poquito a pensar), llegar yo. Días atrás salió la noticia de que la mitad de la población mundial, 3.500 millones de personas, carece de inodoro, de un saneamiento básico que prevenga múltiples enfermedades infecciosas (principal causa de mortalidad en el los países subdesarrollados). En el mundo del despilfarro con un consumo de productos de lujo disparado, de las infames guerras multimillonarias, en gasto y en sufrimiento, que hacen multimillonarios, de las ingenierías especulativas en las que un individuo en un solo día puede ganar millones de euros,  en ese mundo hay gente (perdonen la escatología) que caga en condiciones infrahumanas, generando incluso una situación de peligrosa insalubridad para sus vidas. En esa misma noticia se decía que dos millones de personas, mayormente niños,  mueren por diarrea al año. Si el sistema que genera esto es el mejor para el planeta, sigamos adelante, y si la cosa se pone muy difícil que vengan los tecnócratas, los hombres, imposibles, sin ideología, especialistas en aplicar las políticas más duras de la derecha, eso sí, la mierda (ideológica) que generan en los baños de lujo de sus mansiones, más allá de los corifeos que cantarán sus excelencias, seguirá apestando.
De la mierda al dulce. De lo trágico a lo tragicómico. El pasado 27 de octubre la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, fue "atacada" a tartazo limpio por tres activistas contrarios al tren de alta velocidad (TAV). Han sido acusados, por la Audiencia Nacional, que juzga los delitos de terrorismo (¿estará Maquiavelo Otegui detrás?),  de "atentado a la autoridad" y empegostamiento capilar. Que cabello tan delicado tiene la autoridad. A dos de estos agresores, dotados de armas de destrucción (o de diabetes) masiva, les puede caer hasta 6 años de cárcel. Al tercero, por ser concejal, hasta nueve. Sin comentarios. Propongo que las tartas, como las pistolas, lleven registro de fabricación y que al comprarlas tengamos que presentar el DNI. Todos hemos oído eso de que: "las tartas las carga el diablo".
Acabo, ya en tono serio, haciendo mención a que hoy al mediodía, en un acto breve y bastante emotivo, un grupo de 30 ó 40 personas hemos hecho una ofrenda floral en memoria de los seis trabajadores asesinados hace cien años, el 15 de noviembre de 1911, en Las Palmas de Gran Canaria. Confieso que me dio un poco de tristeza que fuéramos tan pocos. Termino repitiéndome, porque, si no ando errado, ya lo cité en otra entrada a este blog, pero ha vuelto a mi mente el verso de Silvio Rodríguez: "yo sé que hay muertos que alumbran el camino".

martes, 15 de noviembre de 2011

La izquierda en su laberinto

En la entrada de ayer hablaba de los trabajadores asesinados un 15 de noviembre, hoy hace 100 años, en la ciudad de Las Palmas. Éste, por desgracia, no es un hecho aislado. La lucha de los trabajadores, desde los orígenes del Movimiento Obrero allá por la tercera década del s. XIX, por una mejora en sus condiciones de vida, si en algo ha sido fértil es en sangre derramada. Y esto no es demagogia, ni palabrería barata. Los ejemplos sobran: en 1871 la Comuna de París fue exterminada a sangre y fuego; en 1905, una muchedumbre que se dirigía al palacio del Zar, a pedir mejoras en sus condiciones de vida miserables, es masacrada sin piedad, muriendo centenares; en 1936 Franco y otros generales fascistas, como brazos ejecutores, se sublevan para someter a  una clase trabajadora cada vez más consciente, que quiere quitarse el yugo de la oligarquía y la Iglesia ( sus aliados  tradicionales y, lo que es más importante, sus sustentadores ideológicos); en 1973 Allende se suicida en La Moneda, mientras el palacio es bombardeado por los secuaces de Pinochet, y se inicia una oleada represiva contra los integrantes de la Unidad Popular, que se planteaba el tránsito pacífico a una sociedad socialista. Son sólo varios ejemplos. Por supuesto, hay muchísimos más que demuestran que la lucha de clases no es un cuento, es un enfrentamiento muy complicado, en el que los poderosos han contado generalmente con la fuerza coercitiva de las policías o, si las cosas se ponen muy feas, del ejercito. Esta confrontación ha costado la vida de mucha gente humilde.
Las tres corrientes ideológicas del Movimiento Obrero, o si se quiere de la izquierda, han sido: la socialista, la anarquista y la comunista. Las tres coincidentes, aunque casi siempre se han llevado a matar, en un objetivo, al menos en teoría: liberar a los trabajadores de la explotación capitalista, crear una sociedad muchísimo más justa, donde no exista ni la riqueza insultante, ni la pobreza hiriente. Pero la izquierda ha tenido un grave hándicap: una enorme capacidad para autodestruirse en luchas intestinas o fragmentarse de manera irritante.
Hoy, en el estado español, la unión de las fuerzas anticapitalistas (no hablo de un único partido, por supuesto) es un deber urgente, inaplazable. La unión es multiplicadora, tanto en la lucha parlamentaria (altavoz que no debe despreciarse)  como en la que debe librarse en la calle. La agresión a los trabajadores, e incluso a la pequeña burguesía , es de tal magnitud que no llegar a consensos en base a un programa de mínimos es sencillamente imperdonable. Sé que esas fuerzas no son idénticas, que sus programas tienen diferencias. En enero del 36 se constituye el Frente Popular (a grosso modo republicanos de izquierda, socialistas y comunistas) como una respuesta unitaria, más allá de las divergencias de sus componentes, al auge de los fascismos en Europa. El momento que vivimos hoy no es menos trascendental que aquel, la agresión del capital es aún más dura, se trata, si hablamos en términos bélicos, de unirnos para defender derechos conquistados en peligro (sanidad o educación), para acumular fuerzas (es un error por parte de partidos revolucionarios despreciar movimientos como el 15 M, he leído algún comentario que casi lo cataloga de punta de lanza de un fascismo disfrazado) antes de pasar a la ofensiva, que significa luchar contra la ideología capitalista imperante, haciendo que cale en grandes masas de la población la idea de que el socialismo es la mejor solución a un mundo preñado de desigualdades, que no es cierta, cuál maldición bíblica, esa frase que pasa de generación en generación: "siempre ha habido y siempre habrá pobres y ricos" . Por eso en esta confluencia no veo al PSOE, al que nunca oigo hablar, curioso, de transformar la sociedad, de caminar, haciendo honor a su nombre hacia una sociedad socialista. Julio Anguita, acertadamente, no dice que el PP y el PSOE sean lo mismo, sólo constata que están en la misma orilla, en la orilla de los defensores del sistema. Ese hecho hace que la construcción de la unidad de la izquierda anticapitalista tenga que forjarse con las fuerzas que están en la orilla opuesta. Hablo de IU (ahí incluyo al PCE), de Anticapitalistas, del PCPE, ¿de EQUO?, de libertarios, de independientes, de gente del 15 M, de sindicatos de clase, de fuerzas de izquierda de alguna de las nacionalidades del estado español. Y todas estas fuerzas de la izquierda real deben asumir que el 21 de noviembre la derecha, no sé si pura, pero sí dura, dominará por mayoría absoluta el parlamento español, con una gran cantidad de votos de trabajadores. ¿Son masoquistas? No, pero asumen las ideas dominantes: "de la crisis salimos todos juntos" (Botín, el paleta y el parado hombro con hombro), "la democracia se basa en la alternancia" (mientras no se planteen alternativas de transformación social). Como diría Fidel: es básica, inaplazable ,"la batalla de las ideas". Toda posibilidad de avance se construye desde ahí y, por supuesto, desde la generosidad de todas las fuerzas implicadas en la tarea de la unidad. Sé que suena sentimental, pero creo que a tanta gente luchadora, que ha ido quedando en ese camino que quizás nunca tenga fin, se lo debemos.
Aclaración: me embarga una sensación rara, quizás este artículo se me ha ido de las manos, llevo días dándole vueltas en la cabeza y tal vez he estado brumoso, falto de claridad. En cualquier caso, como todo lo que cuelgo en este callejón, incluidas las poesías y sus ilustraciones, es un pequeño esfuerzo que busca compartir reflexiones y sentires.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Un día para la infamia: 15 de noviembre de 1911.

Mañana, 15 de Noviembre, se cumplen 100 años de un evento que, estoy convencido, más del 90% de los habitantes de la ciudad de Las Palmas de G.C. desconoce. Me refiero al asesinato, por disparos de la Guardia Civil, de 6 obreros portuarios de La Isleta, que junto a otros compañeros se manifestaban ante la presunta detención del que consideraban su líder, D. José Franchy y Roca, fundador del Partido Republicano Federal Canario, en la calle Molino de Viento (cercana a la actual delegación del gobierno), en el barrio de Arenales. El Teniente Abella que los mandaba fue absuelto, considerando el general que lo juzgaba que su actuación había sido adecuada. Sin embargo, hubo justicia poética. En 1936, el ya teniente coronel Abella (el individuo, con sus galones de sangre, subió en el escafón) se sublevó contra la 2ª República. Infame hasta el final, el susodicho fue detenido y ejecutado por rebelión. Ese mismo año el fascismo triunfante en Canarias, quitaba los nombres de estos seis trabajadores a las calles que les habían dedicado en su barrio de La Isleta. Ahora la "Comisión Organizadora del Centenario del 15 de noviembre de 1911" quiere recuperarlos para esas calles. Es lo mínimo. Pongo un enlace al programa de actos de este centenario, donde además se explica más detalladamente lo que sucedió. Vale la pena entrar.
http://almacenindependenciaysocialismo.files.wordpress.com/2011/10/centenario15nactos.pdf

jueves, 10 de noviembre de 2011

Urdangarín: la igualdad ante la ley y la presunción de inocencia, trufada de ironía

"Todo somos iguales ante la ley". "Hay que respetar la presunción de inocencia". En los últimos días esta letanía, este rezo, invocador de falsedades, se ha repetido en todas las grandes iglesias mediáticas del estado español. En la familia perfecta, aquella donde nunca se pone el sol, atisban un nubarrón. Y... para coña, el nubarrón encima es vasco. ¿Será Urdangarín una bomba de tiempo puesta, vía matrimonial, por la izquierda abertzale en la Zarzuela? Yo me imagino al campechano y excinegético jefe de familia diciéndole a su hija: "Cristinita, ¿por qué no te casas con otro? Estos vascos son muy atravesados". Después de haber conseguido Otegui y sus compañeros que ETA desista de la lucha armada, (en una entrevista en Gara dos portavoces etarras dicen: "el desarme está en la agenda", confirmación de que el abandono va en serio), encima ¿nos estarán echando una mano a los republicanos, a los rojos que odiamos profundamente la institución monárquica? Sí yo fuera la seguridad del estado, discretamente, exploraría esa posibilidad. Se lo imaginan pidiendo el divorcio, la custodia de sus retoños abertzales y, txapela en ristre, gritando: "Gora Euskadi Askatuta". Ya, ya se que ustedes estarán pensando que soy un conspiranoico. Pero, párense un segundito conmigo y pregúntense: ¿Este hombre tiene necesidad de pringarse por unos milloncillos de euros, llevando una vida a cuerpo de rey? Seguro que todos dirán que no. Ya tiene chalets, piscinas, coches de alta gama. ¿Qué más necesita? (reconozco que la pregunta es incorrecta, nadie "necesita" chalets, piscinas o coches de lujo). Nada, en lo material no precisa nada más, pero tiene (y abandono el registro cachondo y abertzale), el germen que se desboca en la sangre de los poderosos, de los oligarcas, de los intocables: la avaricia, casi siempre acompañada del efecto secundario de la soberbia. En una de mis primeras entradas de este blog hablé de Berlusconi y sus veinte casas (parece que está a punto de planteársele, en un mundo de millones sin techo, el dilema de a cuál de ellas irse).
 He utilizado el término intocables. En este punto regreso al principio: "todos somos iguales ante la ley". Eso es una mentira mayor que las extintas torres gemelas. A partir del siglo XIX, con la extinción del Antiguo Régimen, que se dividía en dos estamentos privilegiados (nobleza y clero), con sus propias leyes, y un tercero (el tercer estado o pueblo llano), con otras leyes específicas, la burguesía, nueva clase dominante, impone códigos legislativos nacionales, o sea, las mismas leyes para todos los habitantes de una nación, independientemente de su situación en la escala social. Al archimillonario y al que esto escribe, si cometemos un delito, se nos aplica el mismo código penal, pero... no seremos iguales ante la ley. Yo no tendré un batallón de leguleyos a mi servicio, ni todos los contactos y presiones subterráneas que presuponen la cercanía a los círculos del poder. Si imaginamos una diana, que se caracteriza por círculos concéntricos, el señor Urdangarín está en el borde interior del más céntrico. ¿Llegarán a imputarlo? El tiempo dirá. La segunda frase  que daba inicio a este texto: "hay que respetar la presunción de inocencia", en la práctica es tan falaz como la primera. Pongo el ejemplo del diario vasco (los vascos siempre en el ajo) Egunkaria. Lo cerraron, detuvieron a parte de sus integrantes, entre ellos a su director Marcelo Otamendi (que en una aleccionadora entrevista en la televisión... catalana, que vi en internet, detalló los maltratos sufridos en dependencias policiales y como se mofaron de su homosexualidad), como parte del aparato propagandístico de ETA. ¿Hubo algún medio en el estado español que presumiera la inocencia de estos detenidos? Fuera de Euskadi, no. Cuando fueron absueltos todos, la prensa digital alternativa recopiló las lindezas dichas por editorialistas y tertulianos en los días posteriores a la operación policial, que los ponían, desmemoriados de la presunción de inocencia, casi como viles asesinos . Es interesante reflexionar sobre la circunstancia de que en el estado español las versiones policiales, e incluso sus labores, son dogma de fe. ¿Reminiscencia del fascismo?
Ahora sí, cuando les toca hablar del tema Urdangarín, ( casi todos, tan aguerridos y sueltos de lengua en muchas ocasiones) antes de lanzarse a ese mar proceloso, se ponen, como niños pequeños aprendiendo a nadar, el flotador de "la presunción de inocencia".

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Cuando me juzgues...


Mis poemas, casi siempre, viven en el planeta de las contradicciones y las dudas. Ilustración de Pilar de Vera.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Breve apunte sobre un latigazo que cruzó el siglo XX

Hoy, 7 de noviembre, se cumplen 94 años de uno de los principales acontecimientos del siglo XX: la revolución rusa. Nacía el primer estado que se proponía dar el poder a la clase trabajadora, derrocando a la oligarquía, eliminando sus enormes privilegios. Esta revolución es un latigazo que cruza el siglo XX de lado a lado. Oficialmente fue liquidada y enterrada en 1991. Hablamos por lo tanto de un periodo de 74 años. Una época llena de esperanzas y zozobras. Siempre que pienso en la revolución rusa mi alma se conmueve (ya sé que suena cursi). Sin lugar a dudas esa revolución es una de las grandes epopeyas del siglo XX, cuajada, como toda obra humana de grandeza y miseria, obra que quería llevar a la práctica la letra de La Internacional: "El mundo ha de cambiar de base, los nada de hoy todo han de ser". También se le podría aplicar la poesía de Silvio Rodríguez cuando dice: "La era está pariendo un corazón, no puede más se muere de dolor".
En 1917 Rusia es un país atrasado, con una industria escasa y una población campesina mayormente analfabeta. En 1957, después de superar una Guerra Mundial donde perecen 20 millones de ciudadanos de la URSS (uno de cada tres muertos en esa Guerra era soviético, y hoy en día nadie mínimamente informado, salvo que tenga mala fe, niega que el inicio del fin del nazismo, películas sobre el desembarco de Normandía aparte, se produce en el frente oriental, en concreto en Stalingrado) y grandes zonas del territorio son devastadas, son el primer país del mundo en poner un satélite en el espacio. Le leí a un autor que eso no podía llevarse a cabo sin mandar a un país a la escuela, sin lograr que, más allá de su condición social, ningún talento se perdiese. Educación universal gratuita desde infantil a la más compleja carrera universitaria. Sanidad para todos (hoy en día la esperanza de vida en Rusia es menor que en la era soviética). Igualdad efectiva de la mujer. Mi tía Lola me contaba que un hermano de su marido, que había estado muchos años embarcado, recorriendo muchos puertos del mundo, le decía que cuando llegó a la URSS le había impresionado (negativamente claro) ver a mujeres trabajando como estibadoras. Para mi ese en cambio es un hecho significativo de integración, de igualdad real. Existieron grandes avances sociales para el pueblo. De eso, probablemente, se "beneficiaron" los trabajadores del mundo capitalista desarrollado. Del temor al comunismo. Estoy convencido de que la caída de la URSS está en el origen de la actitud ofensiva, que hoy padecemos, de la oligarquía a nivel mundial. El ataque a las torres gemelas, aunque nos quieran vender lo contrario, es un suceso de menor importancia en comparación con el derrumbe de la URSS. Pasamos del mundo bipolar al mundo caníbal, donde una élite, cada vez más depredadora, nos puede llevar al abismo. Ustedes pensarán que les estoy pintando un mundo bucólico. Se que no fue así. Una revolución es pensamiento en acción, debate intenso que no puede resolverse con el exterminio del discrepante (asesinato, entre muchos otros, de Trosky, fundador del Ejercito Rojo, convertido en enemigo). Toda revolución socialista busca demoler el edificio viejo, decrépito, pero su fase realmente complicada es la constructiva, donde es necesaria la audacia intelectual y la diversidad cultural, y sin embargo surgió el bicho dañino que carcomió el sistema soviético: el burócrata, el contrarrevolucionario por excelencia, elemento en el que se plasma el automatismo, la complacencia y, lo más repugnante, la uniformidad y el servilismo acrítico. Así llegó el momento en que una revolución que lo que necesitaba era más socialismo, más participación del pueblo, más pensamiento libre que la regara, estuvo en manos de sus enterradores, todos ellos altos dirigentes del PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética) como Gorvachov o Yeltsin. Lo más trágico es el gran expolio, el trasvase de una enorme cantidad de capital socialista (de todos) a manos de unos pocos, los llamados oligarcas rusos, convertidos en unos años, de burócratas de medio pelo, en multimillonarios. Y así, Moscú, fría y gris, triste cenicienta, se convirtió en princesa organizadora de ferias del lujo. Bueno, algo se ha ganado, ya don Felipe González no tiene que ir, como única opción para morir apuñalado, al metro de Nueva York.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Bailando con coquetos (Rubalcaba y Rajoy)

Hace unos días don Pedro Mansilla, sociólogo, dijo una frase que me enterneció: "los candidatos son poco coquetos". No, se confunden ustedes, no analizaba la pose, la mirada, el ademán o la manera de desfilar de los participantes en el concurso de Mister España ( o Señor España, que suena a héroe de cómic del fascismo hispano), ni estaba en un programa rosa (¿o tal vez sí?), hizo tan sesuda reflexión en el telediario de la uno. Se refería a los señores Rajoy y Rubalcaba (esa doble R que nos pondrá firrrrmes), analizando el cara a cara televisivo que ambos tendrán el día 7. Incluso decía que las corbatas no debían ser iguales, pues eso podría dar a entender que el mensaje de ambos es muy parecido (lo cuál, por cierto, se acerca bastante a la realidad). Aparte del señor Mansilla salieron otros "expertos" en vender burras o, para ser más precisos, en la parafernalia que se supone suma y resta votos en un debate televisivo. Éste se prepara como uno de esos 100 partidos o combates de boxeo del siglo que hay en apenas 20 años.
Por supuesto, cada candidato irá arropado  por sus correspondientes preparadores, aunque será uno el que en el descanso, mientras los abanican con la toallita y le repasan el maquillaje (que el sudor ante la cámara resta votos, seamos sinceros, ¿quién le vota a un tipo sudoroso? ¡que horror!), en el caso de Rubalcaba, le dirá: "sigue así, pero saca más la izquierda, evita los tics adquiridos en tantos años, que punteas (me río porque me imagino una errata de n caída) demasiado con la derecha Alfredo" (manita empleada habitualmente por el PSOE cuando gobierna). A Mariano su entrenador le recordará: "aléjate de las cuerdas (diestras o siniestras), domina el centro y utiliza ambas manos, que no se te escape en exceso la derecha Mariano, tu haz un ligero baile de pies y deja que pase el tiempo, está grogui". Incluso, casi en éxtasis, le recomendará: "en los minutos finales, cuando en sus casas todos los españoles de bien estén haciéndote la ola, mira a la cámara Mariano y... coquetea".
Y entre coqueteo y coqueteo, quizás alguna vez en nuestra vida nos demos cuenta, parafraseando a Monterroso, de que el dinosaurio, disfrazado con peluca de calvo o barba postiza, pero más hambriento que nunca, siempre ha estado aquí.

martes, 1 de noviembre de 2011

Entre el todo y la nada (la vida y la muerte)

Quizás el título no sea el más preciso. No quiero ponerme trascendente, pero me parece que somos, cada uno, individualmente, un viaje entre la nada y la nada (colectivamente es otro cantar). La verdad, pensar en el tiempo, una de mis obsesiones vitales, me desborda. Les dejo este brevísimo poema cuya ilustración de Pilar de Vera nos muestra, con su sensibilidad y bienhacer, encadenados inexorablemente a él. Estos días mucha gente, yo entre ellos, acude a los lugares que simbolizan, aunque cada vez más personas se entregan al fuego, la parada terminal de nuestro tránsito.