viernes, 25 de noviembre de 2011

Banqueros, jovenes y niños trabajadores (una reflexión nihilista, bienintencionada y llena de humo)

Soy un hombre que sueña con la impasibilidad, que fuma su pipa mientras espera que los bárbaros destruyan por completo las conquistas sociales de casi dos siglos de movimiento obrero. Navego, entre cimas y simas, por una extraña montaña rusa. A veces pienso que hay que luchar y otras me sale el punto pasota y me digo que las urnas hablaron, que 11 millones, entre los que hay muchos trabajadores, los avalan. Tienen toda la legitimidad del mundo para gobernar e imponer sus medidas. Nadie fue con una pistola en la nuca a poner su voto en la urna. Otro cantar sería hablar de si hay igualdad de oportunidades para que lleguen todas las sensibilidades políticas a la gente, más allá de lemas machacones y vacuos. Yo supero los 50, soy un hombre, libros aparte, básicamente austero, profesor de enseñanzas medias, creo que puedo aguantar, pero la juventud... ¿qué perspectivas tiene? Todos los días les digo a mis alumnos que hay que formarse, y siento que en el fondo les estoy vendiendo una mercancía averiada, que por mucho que se preparen les espera la precariedad. En el mejor de los casos un carrusel de trabajos mal pagados, con estancias más o menos duraderas en la cola del paro, donde infrautilizarán sus conocimientos, sus años de estudio y esfuerzo. Temo que se frustren muchas vidas. Sé que eso también está pasando con gente ya madura,  que se mueve en un  laberinto de difícil salida.
No me hagan mucho caso, el pesimismo, trufado en ocasiones  de ironía , es mi seña de identidad, pero tranquilos, el sol siempre sale, aunque uno sepa que un día ya no estará para verlo, y por eso creo que la economía debería estar siempre, durante nuestro tránsito, corto o largo por este planeta , al servicio de las personas. O sea, la esencia del socialismo o el comunismo (no hablo de ninguna sigla concreta), si este quiere ser digno de ese nombre. Algunos de los lectores pensarán, con toda la razón, que es una reflexión blandita, entre nihilista y bien intencionada, carente de profundidad.  Y tienen razón, es un comentario básicamente emocional. Pero creo (por dar algún dato), en mi idealismo, que si queremos una sociedad más justa, más humana, jamás deberíamos consentir que un individuo, Alfredo Sáenz, consejero  delegado del Banco de Santander, vergonzozamente indultado, en otro de sus estertores infames,  por el gobierno del PSOE (partido que arrastra la palabra socialismo por el lodo), tenga un fondo de pensiones acumulado, hasta ahora, de 88 millones de euros, en un país donde la pensión media es de poco más de 800 euros al mes (11.200 euros al año), y haya ganado  10,2 millones de euros en el 2009 y (habrá encima que agradecérselo, por la rebaja)  9,1 millones en 2010. Mientras tanto, los grandes banqueros desfilan por la sede del PP, la CEOE da instrucciones a diario sobre reformas laborales o convenios descolectivizados. Estamos tan mansos, yo el primero,  chupando tranquilo de mi cachimba, que ya ni disimulan. O quizás lo hagan un poco. Me imagino a Toxo y Méndez diciéndole a Rajoy que les deje mínimamente salvar la cara, que tendrán que convocarle una huelguita, pero que la vida sigue. Para terminar un chiste que he leído hoy (si es de buen o mal gusto júzguenlo): “El Banco de España (aquél que pensé en atracar) http://josejuanhdezlemes.blogspot.com/2011/09/un-brevisimo-cuento-nada-ejemplar.html exige requisitos de honorabilidad para los ejecutivos financieros”. Aunque tampoco es tan extraño, fíjense ustedes que en pocas películas sale tanto la expresión “hombres de honor” como en las de mafiosos.
Una última perla que no quiero dejar pasar, el candidato republicano a la presidencia de EEUU Newt Gingrich, se situó a la cabeza de las encuestas como favorito de su partido, después de proponer que los niños "desfavorecidos" (eufemismo de pobre) de más de nueve años puedan trabajar de manera temporal en sus escuelas, despidiendo a los empleados de mantenimiento. Esto lo propuso en una conferencia en la Universidad de Harvard, en la que calificó de "estúpidas" las leyes laborales infantiles. No me estremece su propuesta, de estás bestias pardas puede esperarse todo, me escalofría su subida de un 8 a un 24 por ciento en las encuestas. El fascismo, en su simpleza, sin uniformes, siempre acecha.

5 comentarios:

  1. Buen post José Juan. Al hilo del mismo, resumo de uno reciente en mi blog lo siguiente:

    Legitimidad y Democracia

    La legitimad de cuanto queramos se debe de sustentar en el interés general y el beneficio de todos, sin que suponga ventaja para nadie. No parecen razonables ni sostenibles en el tiempo, las grandes y brutales diferencias existentes, ni la imposición de ventajas y dominio del mayor conocimiento o medios sobre nadie.

    ¿Qué es lo que falta o falla para vertebrar una sociedad que el resultado se corresponda con la libre elección y participación de todos? El factor humano sigue siendo un brote verde lejos de ser un fruto. Las causas de la crisis, además de la dictadura y tiranía del dinero, se debe a la falta de legitimad en las cuestiones esenciales que se deben de sustentar en el interés general y el beneficio de casi todos, sin que suponga ventaja para nadie. Es fundamental establecer un código de buenas prácticas y una ética que permita establecer la base de confianza necesaria para el progreso.

    Por muy complicado que pueda resultar implementar cualquier solución, siempre será mejor intentar reducir las diferencias existentes, que mantener un sistema que carece de legitimidad y supone preservar casi todas las ventaja para una minoría. No parecen razonables ni sostenibles en el tiempo las grandes y brutales diferencias existentes. De no poner remedio en orden, algo imprevisto sucederá que no sabemos anticipar y ver, que hará girar el curso de los acontecimientos.

    Un saludo,
    Juan Bernardo montejb

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  2. Magnífico análisis de la situación, una reflexión lúcida que comparto plenamente, aunque para mi gusto rebosa demasiada templanza, desencanto, resignación y mansedumbre, tal vez porque no puede ser de otra manera, pero siendo un poco críticos y realistas con el terrible estado de cosas en el que vivimos actualmente, yo creo que habría que considerar que la mera constatación pasiva del mal no va a lograr que el mal desaparezca. Ya hemos identificado al sistema como el causante de todos los males, injusticias y desigualdades que sufrimos los ciudadanos de a pie, ya hemos tomado conciencia de que nada bueno podemos esperar de políticos, banqueros y empresarios, todos ellos ajenos a cualquier moralidad y escrúpulo, ya sabemos por activa y por pasiva que este estado de cosas más pronto que tarde nos va devolver a tiempos pasados de esclavitud y feudalismo, liquidación mediante del estado del bienestar. Todos estamos de acuerdo en eso y todos compartimos criterios semejantes en miles de blogs que circulan por la red. Nos sobra opinión y nos falta acción, es decir, en este caso, reacción, en el sentido más beligerante y militante de la palabra. Pero, queramos o no, al final vamos a tener que salir a la calle y hacernos oír. Nos va en ello la libertad y la propia vida.

    Saludos.

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  3. Comentario de prueba.
    Saludos a todos.

    No todos pensamos lo mismo, sobre todo cuando se habla de muchas cosas. Donde no gobiernan los políticos lo hacen los militares. Si hemos de considerar a los ciudadanos dotados de conciencia, razón y voluntad,como menos, parece un contrasentido no reconocer estas cualidades a sus representantes.

    Todos formamos parte del sistema. Por el momento los únicos que no consiguen organizarse como organización política, partido político, son aquellos que aspiran a una transformación radical de las relaciones económicas entre los hombres. Algo de responsabilidad tendremos. Algo de sectarismo. Algo de debilidad ideologica-intelectual tendremos.

    Me parece un error cargar en exeso sobre los políticos. Más sobre los políticos en general. Mientras los grandes multimillonarios se van de rositas; mientras los especuladores se van de rositas.

    Me parece un error confundir a los empresarios, función del trabajo, con los capitalistas, función de propiedad sobre el trabajo ajeno. Toda empresa pública o privada necesita del trabajo de gestión y del trabajo empresarial.

    Marqués debería reflexionar más en profundidad acerca de las clases sociales. También sobre la modernidad. No sólo es necesario establecer diferncias absolutas de clases, capitalista y asalariado, sino que también lo es establecer diferencias relativas entres los miembros de una mísma clase. En estos momentos me parece importante establecer diferencias entre el capital financiero, el capital monetario productor de interes, entre los grandes capitalistas monetarios y los capitalistas industriales y comerciales. Tambien entre los primeros y los representane políticos. Me parece que en el momento actual tenemos que llevar una dura lucha contra el capital productor de interes, contra las ganancias especulativas. La conquista del estado del bienesta y del euro nos va en ello.

    Me parece de gran interés ahondar en la diferencia ente legalidad y legitimidad.

    De nuevo saludos a todos.
    Jerónimo.

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  4. Genial. Me identifico por completo. También soy profesor de Secundaria, tengo más de cincuenta y no veo nada claro el futuro de nuestra generación y mucho menos aún el de nuestros alumnos, ni el de nuestros nietos. Por eso, también estoy de acuerdo con el comentario de JOTAUVE. Vamos a tener que salir a la calle de nuevo. Las revoluciones del mundo árabe, me temo, no van a ser las únicas de este siglo que aún está en pañales.

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  5. Usted escribe ""PSOE (partido que arrastra la palabra socialismo por el lodo),"".
    Yo le digo que el PSOE,es el partido de DERECHA español,y el PP es el partido de ULTRA DERECHA español.

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