No te metas en líos (una respuesta que nunca fue)

En principio el texto que sigue era una respuesta a un comentario de don Manuel al artículo sobre Cataluña, pero el engendro, que pretendía ser comedia ligera, creció y se exasperó,  reclamándome, ignorante de que esto es un callejón, el centro de la plaza.

Ahí va.

La cortesía me lleva a contestarle a usted, aunque algo mosca estoy por esa comparación leonina que hace, sospecho que con cierta rechifla, hacia mi digna alopecia.

El supuesto león está viejo y cada vez entiende menos el mundo que le rodea. Habla usted de la "familia irreal", que lidera el ágrafo visitante de talleres de lujo, presta a poner pies en polvorosa. Yo, republicano viejo a la par que viejo republicano, no oteo la tricolor en lontananza. Esa enseña sólo es digna de pueblos que quieran ser libres, adultos, no infantilizados. En el territorio que usted llama España, ese pueblo, que resistió al fascismo tres años (lo que no hicieron ni italianos, ni alemanes) y purgó cuarenta años de castigo, ya no existe. El alma rebelde ya le lucía poco, pero la crisis ya lo está acabando de agostar. Dicen que puede haber un estallido social. Pienso que ocurrirá lo contrario. El amansamiento será generalizado pues nos han inoculado el peor virus: el miedo. Miedo instalado en cada persona a perder lo poquito que tiene o le vaya quedando, y miedo a pensar, que es cosa chunga, pues cuando pensamos y atamos cabos se nos cuaja el malhumor y se nos agría el carácter y además te conviertes, en cuanto te reunes con algunos (evento familiar o de trabajo), en un pelmazo irritante con graves ataques de realidad. Vivimos en la civilización del buen rollito, del pacifismo absurdo y memo, de la sacrosanta no violencia de los que nos violentan día a día gastándose, por ejemplo, 24,5 millones de euros en dos helicopteros usados del ejército de EEUU, de las manifestaciones festivas con batucada y disfraz que les hace, a los opresores, mirarnos con circunspecta condescendencia. Mi abuela me decía: "ten cuidado, no te metas en líos". Pura sabiduría de la nunca desmantelada factoría franquista, que hoy repiten algunos padres que prohíben a sus hijos e hijas ir a una manifestación estudiantil "por lo que pueda pasar" (esto es verídico, me lo contó una ex-alumna de visita al instituto). Miedo e ignorancia: la mejor levadura para inflar el pan del fascismo. Hoy han detenido al expresidente de la CEOE Díaz Ferrán ("hay que trabajar más y ganar menos", máxima que algún currante, candidato al reino de los cielos, asume) acusado de graves delitos económicos, o sea de ladrón. Aún no he oído o leído furibundos ataques contra la organización  empresarial que dirigió. Imaginen por un segundo que los detenidos fueran Toxo o Méndez. ¿A qué altura llegarían las lenguas de fuego que abrasarían cualquier vestigio de dignidad sindical?

No tengo debilidad por De Juana Chaos, mucho menos por Ghandi, sino por Otegui, ese "criminal" que lleva más de 3 años en la cárcel, periodo este en que miles de familias han sido expulsadas ¿crimen social? de sus casas por unos bancos salvados con una ingente masa de dinero público, y  en estos más de mil días de cárcel oteguiana, ningún banquero ha pasado  cinco minutos (esos en los que, según cantaba Víctor Jara http://www.youtube.com/watch?v=GRmre8ggkcY, el Manuel al que amaba Amanda quedó destrozado. Sí, los avances sociales han sido fruto de mucha gente que quedó destrozada en menos de cinco minutos, entre ellos el mismo Víctor Jara, con el que para su desgracia se ensañaron mucho más de cinco minutos) en el calabozo de la comisaría de la esquina. Lo reconozco, hoy tengo al demagogo desatado, subido a la chepa.