Llega 2013. Hace una semana o poco más estaba cantando (o desafinando, para ser más exactos), el poema del argentino Armando Tejada Gómez "Hay un niño en la calle", que conocí en la voz de Mercedes Sosa en mi primera juventud, a mediados de los 70. Pertenece a su tercer libro, "Antología de Juan", editado en 1958. Interesante lo que nos cuenta el autor que le ocurrió tras su publicación:
"A partir de ese verso aparecieron el premio y el castigo. Para muchos fui un diablo comunista, un subversivo..., el diablo de colmillos rojos que se quería comer a las niñas de la buena sociedad."
Los niños del poema, si han sobrevivido, son cincuentones largos, o acaso sesentones. Lo más lamentable es que esos niños que describía el poeta, han tenido, año tras año -nuevos años viejos-, legión de sucesores. Desgraciada dinastía que no se agota (lo mismito que otras, que paren como conejos a expensas del erario público). Y que nunca tendrá la atención mediática -pues su sacrificio es lento y silencioso- de los niños que mueren asesinados a manos de tarados en el primer mundo. Sentados ante el televisor se multiplican ante nuestros ojos las invocaciones a apadrinar, nos enseñan -obscenamente- que en determinados lugares hay que "celebrar" -como un gran éxito- no los cumpleaños, sino los "cumpledías". Al pie de la foto de un niño, pobre pero sonriente, escriben: "zutanito, ha cumplido (es un ejemplo) 1225 días". Sin comentarios.
Les decía, bastante más arriba, que perpetraba la canción, cuando percibo en otra habitación la voz de un compinche en el delito. Mi hijo. Mosqueado, le pregunto: "¿de que conoces tú esta canción?". Me contesta: "La cantan Calle 13 y Mercedes Sosa". ¡Ah!, musito yo.
Sé que Calle 13 es un grupo rapero portorriqueño socialmente comprometido, pero ese "maridaje" musical con mi admirada Mercedes Sosa lo desconocía. Hago lo que ustedes se imaginarán: me voy a you tube. Y oigo el "invento". Y me parece una delicia. El resultado del encuentro -opinando desde mi nula formación musical, sólo con la epidermis- es una compenetración nada forzada, delicada, que conmueve.
Hice una asociación simple y pensé que una buena manera, para este blog, de entrar en el 2013, era ir de la mano, a través de esta canción, de Calle 13 y la ya atemporal Mercedes Sosa. Las fotos que acompañan el video son muy duras -y algunas faltas de ortografía que aparecen en la transcripción de la letra también-, pero son vigentes. Ojalá llegue el tiempo en que quede la belleza de la canción y las fotos sean vestigios de un pasado indeseable.
Quiero hacer, para ir acabando, dos menciones.
La primera, a la revolución cubana, que este 1º de enero cumple 54 años. La Unicef lo dice: ningún país del mundo protege a la infancia tanto como Cuba. Su tasa de mortalidad infantil es menor que la de EEUU, apenas el cuatro por mil. Ni un niño cubano duerme en la calle.
La segunda, a un hombre que pasa su hora más difícil, Hugo Chávez. Por unas vías diferentes a Fidel ha iniciado el camino, difícil, hacia una sociedad mas justa. Más allá de las controversias que despierta -sobre todo entre cierta izquierda exquisita-, ha intentado llevar a la práctica, tantos años después, el discurso del Che ante la ONU de diciembre del 1961 http://www.youtube.com/watch?v=5q1mBDhW2uw donde aquél dijo: "ahora la historia tendrá que contar con los pobres de América, con los explotados, con los vilipendiados..." Kavafis, en su "Viaje a Itaca", tiene dos versos que, en esta hora, pueden y deben susurrársele a Chávez:
"Buen viaje para los guerreros
que a su pueblo son fieles..."
Una aclaración. La igualdad que preconiza el título hace referencia a una distribución más equitativa de la riqueza.
Le leí al presidente del Instituto Cubano de Artes e Industria Cinematográfica la siguiente frase: "el objetivo del socialismo no es que todos seamos iguales (¡qué aburrimiento!, añado yo) sino que todos seamos diferentes". Yo lo comparto.
A todas las personas que se dan un paseo por este callejón les deseo salud y que tengan muchos momentos felices.
Le leí al presidente del Instituto Cubano de Artes e Industria Cinematográfica la siguiente frase: "el objetivo del socialismo no es que todos seamos iguales (¡qué aburrimiento!, añado yo) sino que todos seamos diferentes". Yo lo comparto.
A todas las personas que se dan un paseo por este callejón les deseo salud y que tengan muchos momentos felices.
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