domingo, 28 de abril de 2013

El tiempo: ese galgo insaciable


2 comentarios:

  1. Por versos así recuerdo por qué uso (nunca pierdo) horas diarias entre mares de letras que no conozco.

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  2. Aunque muchas veces nos engaños diciendo que escribimos para nosotros mismos, la ambición de cualquier texto es ser leído, aunque sea por una sola persona. Agradezco mucho tu comentario. Más siendo sobre ese hijo raquítico -y a menudo maltratado- de la literatura que es la poesía. Un saludo.

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