sábado, 5 de enero de 2013

Miscelánea de miserias

Hay miseria material y miseria moral. De hecho en la propia palabra viene implícita esa doble acepción. Podemos decir: "menganito vive en unas condiciones miserables". Todos comprenderemos que nos referimos a las circunstancias materiales de su existencia, a que no tiene lo mínimo básico para vivir dignamente. Si en cambio digo: "zutanito es un auténtico miserable", nadie dudará de que nos estamos refiriendo a la catadura moral, no a las condiciones materiales de existencia del susodicho individuo.
Esta categorización no sólo puede aplicársele a personas físicas individuales, sino también a colectivos de mayor o menor amplitud. Tampoco son excluyentes los dos tipos de miseria. Muchas veces es al revés, unas condiciones de escasez extrema te llevan (y tiene mucha lógica) a un egoísmo brutal, en el que robas y vejas, aunque parezca paradójico, al que como tú nada tiene. Esto se refleja de manera magistral en la película Viridiana, de Luis Buñuel. El retrato que hace de la mendicidad es magnífico. Además tiene una escena alegórica de la caridad, tan en boga hoy en día, que cuando la vi se me quedo grabada por la sutileza de su crítica. Pongo un enlace al fragmento, dura sólo dos minutos, vale la pena verlo http://www.youtube.com/watch?v=y2kab6WnSPw.
El tiempo es otra variable importante. Es lucha intemporal de todos los trabajadores, o debería serlo, la reducción de la miseria material. Desde que surgieron las doctrinas socialistas, más allá de sus múltiples divisiones internas, siempre han tenido como horizonte la consecución para toda la humanidad de unas condiciones de vida dignas. Rompen con la inercia fatalista -ideológicamente interesada y perversa- del "siempre habrá ricos y pobres". La miseria moral presenta una faz más borrosa, es más camaleónica. Muchas veces identificarla es más complicado, y perdura en el tiempo. Además afirmo que casi todos, en algún momento de nuestra existencia hemos sido míseros morales, hemos perpetrado, aunque al minuto nos hayamos arrepentido,  pequeñas vilezas. El problema se presenta cuando las miserias se convierten en un modus vivendi o, lo que es más dañino, cuando visten los ropajes de la bondad.
El número 48681 se vistió con el ropaje de la bondad. El poseedor del boleto con el número de marras fue agraciado, el día 4 de enero, con un trabajo de 6 meses que sorteaban los comerciantes de Santa Cruz de La Palma. Antes se sorteaba un viaje, una cesta o un coche. Ahora, explotarnos por 740 euros mensuales es un premio. El trabajo pasa de ser -la constitución dixit- un derecho, a ser, parafraseando el título de otra película de Buñuel, "ese oscuro objeto de sorteo".
En la isla de Fuerteventura aparecieron las fachadas de una serie de bancos embadurnadas y con pintadas alusivas a la actual situación de crisis que a tantas familias tiene en la precariedad, con la espada de Damocles del desahucio. La televisión autonómica de Canarias habló de "actos vandálicos". Esta valoración era respaldada por alguna ciudadana que decía que esas no eran maneras de protestar. Esa ciudadana seguro que representaba a muchas personas que habrían dicho que la violencia es inmoral.
El gobierno valenciano ha dejado de financiar un servicio de inserción socio-laboral para jóvenes en riesgo de exclusión que en 2011 atendió a 214 personas. Imagino, mesándome los cabellos que no tengo, que no hay administración que aguante tal sangría, tamaño despilfarro. Menos mal que el pueblo valenciano vota a gentes austeras.
En Hungría un mendigo, medio comunistón debe ser el puñetero, dijo (refiriéndose a la época del socialismo): "Antes importábamos las personas, ahora sólo importa el dinero". ¿Por qué disocia este indigente dinero y persona?
En Carabanchel, barrio madrileño, las asociaciones de vecinos y las apas reclaman la libertad del rey... ¡Baltasar! (contengan esas locas imaginaciones). Éste se encuentra detenido en un Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) por ser ilegal. La policía dice que Baltasar dio un tirón (¿siendo ya un mocetón milenario no te has enterado, rey predilecto de mi infancia, que los reyes roban a lo grande, mientras te dicen que no duermen por la situación del país?), el 15 M que fue detenido en una redada. A Gamou Ding, el rey Baltasar de la cabalgata popular de Carabanchel, parece que se le escapa la estrella. 
El País publica que "la guerra de Afghanistán ha costado 100 muertos y 3.500 millones de euros". Adivina adivinanza, ¿qué dato erróneo (y muy revelador, añadiría yo)  hay en el titular del rotativo madrileño?
El 5 de enero de 2013 cumple 75 años Juan Carlos, alguien de quién conocemos su riqueza o miseria moral, pero que nos oculta cuidadosamente su  riqueza o miseria material. Alguien que en 1980 declaró que los de su familia siempre han nacido -¡qué cruz!- con la profesión puesta. Alguien que (ya lo expresé en otra entrada aquí,  pero me reafirmo) nunca tuvo un reconocimiento público a todos los que lucharon, incluso dando su vida, contra el tirano asesino que lo nombró a él para el cargo que, entre vergonzosas lisonjas, dignas de patanes, ostenta vitaliciamente.
En la ciudad de Las Palmas está la Biblioteca Insular, que abre las 24 horas.  Anoche fue mi hijo y me comento esta mañana, que en una zona central donde hay unos asientos para leer la prensa, había un mendigo cincuentón durmiendo. No sé porqué me parece una situación tan desasosegante. Tan miserable.
También me han desasosegado desde siempre los "maratones solidarios" o ¿caritativos? Tengo claro que son ínfimos trasvases de dinero de unos trabajadores -mientras se dispara la venta de coches de lujo- hacia otros trabajadores mas humildes o parados. Ultimamente proliferan al albur de la crisis. Entre trucos y sonrisas, mientras miramos las ágiles manos del mago, el estado hace mutis por el foro.
En Toledo, Cipriano, un jubilado de 76 años conocido como "el amigo de los pobres", a traves de la ONG "Socorro de los Pobres", ha repartido este año más de 40.000 kgs de alimentos. Asegura que "dar de comer al que no tiene es la cosa más bonita". Dice que de pequeño pasó hambre y que "de pedir pasé a dar". La cola que se ve, para una ciudad tan pequeña, es muy larga. Pongo el enlace que dura un minuto y veinte segundos. Vale la pena verlo. Por cierto, recuerdo que una de las críticas a los países socialistas era la existencia de colas para comprar. ¿Aquí se asocia la cola con el sistema imperante? ¿Tendrá algo que ver o no? http://www.telecinco.es/informativos/nacional/Cipriano-ONG-alimentos-Socorro_de_los_pobres-amigo_de_los_pobres-anciano-Toledo-caridad-voluntarios_2_1535655062.html

He intentado reflejar -no sé con que grado de acierto- situaciones de miseria. La catalogación -moral, material o mixta-, es personal y, por supuesto, transferible.


1 comentario:

  1. Excelente post. Muy apropiado hoy y también mañana. Un cordial saludo.

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