lunes, 5 de diciembre de 2011

La coherencia: atributo indispensable de la izquierda

El recientemente elegido diputado por  Izquierda Unida Alberto Garzón, explica en un artículo el porqué ha renunciado al plan de pensiones privado que el Congreso ofrece a sus diputados. Reproduzco aquí, el párrafo final de ese artículo. Dice: “Así, el Congreso retrae un 10% del sueldo de cada diputado para constituir un fondo de pensión privado gestionado por el BBVA. Paradójicamente es el Congreso, y sus diputados, quienes debemos velar por defender el sistema público de pensiones. Y por esa razón, en señal de protesta, coherencia e indignación, algunos diputados de Izquierda Unida hemos renunciado esta semana a constituir ese plan de pensión privado. Consideramos que desde el espacio público no puede darse alas a la especulación financiera, y menos aún a los productos que rivalizan con el sistema público de pensiones que debemos defender y fortalecer.”
A mí  las palabras del diputado de IU me han inspirado una breve reflexión que comparto con ustedes. Me ha surgido como un relámpago en el callejón. No quiere ser dogmática, totalizante,  sé que somos, yo el primero, esencialmente contradictorios, pero…
Pienso que es fundamental la coherencia entre el discurso y la práctica. Yo soy profesor y defensor de la enseñanza pública, y mi hijo, por congruencia, siempre estudió en ella. La ejemplaridad de lo que uno dice y lo que hace, permite que el discurso cale más en la gente. Me explico con un ejemplo, yo puedo ser un socialista o comunista que hace unos análisis magníficos, irrefutables, de la lucha de clases, de la explotación capitalista, etc. Evidentemente, porque lleve una vida de lujos y  enormes dispendios mis análisis no van a ser menos certeros, pero sí van a penetrar menos en la conciencia de la gente que no separará nuestra alma “elevada y juiciosa” de nuestro cuerpo “reptante y abufonado”. Los seres humanos somos una pieza integral, se nos ve como un todo, salvo si pertenecemos a las altas esferas dominantes debidamente blindadas donde, como el dios Jano, tienes dos caras: una pública y otra privada. Así, la contradicción entre el discurso y la práctica haría reprobar a mucha gente, no sólo la práctica, sino también (aunque fuera correctísimo y apostara por la emancipación de los oprimidos) el discurso. Y esa coherencia es (aunque yo no se la niego a mucha gente de derecha) esencial en las filas de la izquierda, porque tenemos que dejar bien claro que ni todos los políticos (en cuanto personas), ni todas  las políticas (en cuanto medidas que mejoran o empeoran la vida de la gente trabajadora), son iguales.
Lo diré con provocadora rotundidad: un hombre que se embriaga con el aroma del dinero siempre deja de ser de izquierdas.

Aclaración:
El fondo blanco que me sale en la primera parte del artículo, copiada del texto de Garzón, no sé quitarlo. Admito que estéticamente no queda bien, pero creo que lo importante es el contenido. No obstante, pido excusas por mi impericia. 


6 comentarios:

  1. Saludos cordiales.

    Agradecer a José Juan el estímulo y la transmisión de fuerzas y ganas para pensar y escribir.

    Alberto Garzón, diputado electo de Izquierda Unida por Málaga, es economista. Yo lo que espero de un economista de la izquierda radical, que quiere transformar el capitalismo en socialismo, es una posición teórica que establezca claras diferencias con las posiciones económicas de los economistas burgueses, ya sean burgueses de derechas o de izquierdas.

    Mi mujer, como muchos trabajadores que tienen cierta capacidad de ahorro, ingresa de forma periódica una cierta cantidad de dinero en un plan de pensiones privado. Otros pequeños ahorradores invierten en deuda pública y/o privada, forma de financiación de los estados y algunas empresas privadas. Supongamos que un trabajador después de muchos años de trabajo ahorre 50.000 euros a un 5 % anual de interés. Se apropiaría 2500 euros al año. Seguro mucho menos dinero que el valor que ha producido y no le han retribuido en concepto de salario. Supongamos ahora una persona que posea cinco millones de euros, lo que gana cualquier jugador de fútbol del Madrid o Barcelona en un año. Si lo invirtiese en un fondo de inversión o deuda publica al 5 %, se apropiaría de 250000 (doscientos cincuenta mil euros, el salario de cinco profesionales de alta cualificación). Cuando se habla de dinero la magnitud es importante. En el primer supuesto el trabajador por mucho que ahorre e invierta seguirá siendo un trabajador. En el segundo supuesto, aunque el dinero que invierta represente aparentemente salario, su magnitud lo convierte en un capitalista.

    El sistema financiero es fundamental para el buen funcionamiento de la economía. El pequeño ahorro de los muchos hace posible las grandes concentraciones de capital monetario y su puesta en servicio de la dinamización económica y hacen posible la producción de infraestructuras que requieren grandes capitales. Otra cosa muy distinta es quien se apropie de ese dinero y con que fines sociales se utilice.

    Desde hace más de un año, por recomendación de Francisco Umpierrez, director de CEKAM (centro de estudios Karl Marx), leo el suplemento dominical de El País sobre economía. Con ello persigo conocer las posiciones teóricas de los economistas de la burguesía, aprender economía, ya que suelen escribir afamados profesores y catedráticos universitarios en la materia. En el siguiente comentario les proporcionaré un resumen del último número titulado: “Mercados financieros sin Limites de velocidad” escrito por Carlos Arenillas. Si tienen oportunidad les recomiendo lo lean. No tiene desperdicios.

    Saludos . Jerónimo.

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  2. Les hago un resumen del trabajo “Mercados financieros sin límites de velocidad” de Carlos Arenillas publicado en el suplemento de Negocios de el País del 4 de diciembre. Lo remarcado en negrita es mío. No introduzco ninguna idea.

    El ecosistema selvático de los mercados financieros sigue sufriendo cambios inquietantes. Una nueva especie se extiende rápidamente y amenaza el ya inestable sistema financiero. Se trata de la negociación de alta frecuencia (High Frecuency Trading o HTF en inglés), la negociación de activos financieros en periodos inferiores al segundo. El desconocimiento acerca de la actividad de los HFT y sus implicaciones es alto entre los supervisores y casi absoluto en el ámbito de los pequeños inversores y los ciudadanos en general.
    Técnicamente se define como una subclase de negociación automatizada o algorítmica, que emplea intensamente la tecnología para interpretar señales de los mercados y, en respuesta enviar ordenes a los mercados en grandes cantidades y alta velocidad (miles de ordenes en fracciones de segundo, a veces milésimas de segundo).
    El HTF surge en Estados Unidos en los años 90 en los mercados de derivados. La falta de regulación publica de este tipo de actividad y la competencia, un tanto perversa, entre las Bolsas y las plataformas de negociación explican mejor su espectacular expansión.
    El HTF lo ejecutan operadores por cuenta propia y algunas entidades financieras, como grandes bancos. Note el lector que en ningún momento he empleado la palabra inversor para referirme al HTF. Resulta difícil considerar como tal a alguien que sólo invierte dinero durante segundos –incluso menos- y que al final del día no mantiene ningún valor en su cartera. Son un nuevo e inquietante participante en los mercados.
    El hecho de que los HFT negocien en milésimas de segundos, está expulsando a muchos inversores e intermediarios, y sembrando desconfianza.

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  3. He intentado publicar este comentario en multiples ocasiones. Lo divido en dos por si su extensión fuese la causa del rechazo. Continuación

    Uno de los aspectos más oscuros de los HTF es que, en parte su actividad se basa en que acceden al libro de órdenes de los inversores con una ventaja que explotan en beneficio propio. Una ventaja de milésimas de segundo, pero suficiente para este tipo de operadores. Esto se conoce en la jerga como front running, y no debería se r permitido por los supervisores.
    Es muy posible que la volatilidad de los mercados tenga relación con el HFT y todo esto plantea cuestiones relevantes desde el punto de vista de la estabilidad financiera. No hay que olvidar que los HTF están gobernados por computadoras que ejecutan algoritmos de los que no sabemos casi nada, que ignoran la información económica y a menudo no saben, ni les importa, qué tipo de activo financiero están negociando.
    No resulta tranquilizador saber que la mayoría de los supervisores carecen de herramientas informáticas y del personal especializado para supervisar adecuadamente a los HFT.
    Ha habido demasiados accidentes financieros en los últimos años y este fenómeno de las finanzas de alta frecuencia no auguran nada bueno. El virus del HFT se extiende en el ecosistema de las finanzas y no augura nada bueno. Por supuesto, si se aprobase una tasa sobre las transacciones financieras las finanzas de alta frecuencia desaparecerían del ecosistema financiero.

    El futuro presidente de España nos ha hablado hasta la saciedad de la necesidad de la confianza de los mercados, de los inversores en la economía española. De la necesidad del control del déficit, de la regulación del mercado de trabajo (compra de la fuerza de trabajo, condiciones laborales, salarios y despido). Nunca le he oído hablar de la necesidad de la regulación de los mercados financieros, de la necesidad de una tasa sobre las transacciones financieras y mucho menos a un tope a las ganancias especulativas.

    Un abrazo.

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  4. No te preocupes por el fondo blanco, yo ni lo había advertido a no se por tu aclaración.

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  5. Por otra parte me gustaría comentar algo que me inquieta acerca de la Economía como disciplina: creo que la Economía en este momento no puede considerarse una ciencia. La conclusión es simple: no todos los economistas tienen los mismos criterios sobre como funciona el mundo económico, esto es claro y evidente.
    Porque ¿podría considerarse que la Física es una ciencia si unas escuelas interpretasen de una forma, digamos por poner un ejemplo, la Teoría de Gravitación Universal o la Teoría General de la Relatividad, y otras de otra? es decir que llegasen a conclusiones diferentes: evidentemente no.
    ¿Por qué esto no es así y todas las escuelas de Física u otras disciplinas científicas tienen criterios unánimes en la interpretación de los postulados de las teorías que se aceptan universalmente?, la respuesta es sencilla: porque para la verificación de los postulados se usa lo que se denomina 'metodología científica', y cuando esto es así no hay intelectual que se atreva a dudar ni un ápice sobre el resultado, lo único que acaso se pueda cuestionar es el buen uso de la 'metodología científica' para la verificación, en cuyo caso las teorías quedan relegadas al estado de 'tentativas' a la espera de su correcta verificación científica.
    Hoy día existen unos cuantos economistas que abogan por el uso de la metodología científicas para la verificación de los postulados de la 'pseudociencia económica', unos cuantos españoles y otros muchos foráneos. Desgraciadamente no son todos, si lo fueran mi comentario no existiría y la Economía sería considerada una ciencia porque los postulados económicos aceptados, al ser validados con metodología científica, serían reconocidos universalmente como válidos por todas las escuelas de economía.
    Si la economía fuera una ciencia el neoliberalismo lo hubiera tenido más difícil para implantar sus criterios.

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  6. Como pienso que el comentario de Rosa hace referncia a mi escrito. Una reflexión en relación a algunas cuestiones que plantea.

    Algunas consideraciones en la relación conocimiento y ciencia:
    No todos los conocimientos producidos por la actividad científica son verdaderos, son verdad. Por otro lado, la vida nos llena de experiencias sobre multitud de sus aspectos, sobre multitud de objetos, conocimientos que son verdaderos sin que estén producidos por la ciencia.
    ¿Por qué son necesarias las ciencias? Porque hay aspectos de la realidad que no pueden ser aprehendidos por medio de los órganos de los sentidos. No son perceptibles, sólo pueden ser aprehendidos por la concepción. Las ciencias pueden ser naturales y sociales, dependiendo del objeto de estudio. Entre las ciencias de la naturaleza tenemos la física. ¿Alguien ha visto alguna vez la gravedad? Yo creo que no, sólo ha visto su manifestación. ¿Alguien ha visto alguna vez la fuerza del viento? Yo pienso que no. Ha visto una ventana que golpea, ha escuchado un zumbido, o visto quebrar un árbol.
    Veamos lo que dice en un texto divulgativo Albert Einstein sobre la teoría general y la teoría especial de la relatividad:
    Espacio y tiempo en la mecánica clásica
    “Si yo formulara la tarea de la mecánica del siguiente modo: la mecánica debe describir como varía con el tiempo la posición de los cuerpos en el espacio, sin añadir prolijas consideraciones y explicaciones detalladas, estaría cargando sobre mi conciencia algunos pecados mortales contra el santo espíritu de la claridad; en primer lugar descubramos estos pecados. No está claro aquí que entendemos por posición y espacio”. Más adelante dice:”En primer lugar dejemos de lado la oscura palabra espacio, bajo la cual -reconozcámoslo sinceramente no podemos hacernos ni el más ligero concepto, y la sustituimos por movimiento sobre un cuerpo de referencia prácticamente fijo”. Esto no descarta la mecánica de Newton. Las verdades científicas no son verdades por consenso, son verdades porque pueden ser verificables por la práctica. Además hay que considerarlas en su desarrollo, donde necesariamente forma parte la falsedad.
    Llamemos economía a la producción, circulación e intercambio de bienes y servicios, necesarios para procurarnos la vida material y espiritual. Es necesaria la ciencia para conocer los fenómenos económicos. Yo pienso que sí. Ningún economista ha explicado la riqueza por medio del propio trabajo. Como en toda ciencia social en economía interviene la subjetividad, los intereses, y las formas de ocultación. Así que para poner de manifiesto aspectos no perceptibles de fenómenos económicos se hace necesaria la ciencia. Y de la ciencia económica, el descubridor de la esencia del dinero, K. Marx, simplemente está descatalogado. Todo el mundo tiene ciertas nociones y conocimientos del dinero. Pero preguntémonos con sinceridad: ¿Qué es el dinero? ¿Qué funciones sociales realiza? ¿En qué magnitud debe circular? ¿Cómo se transforma en capital? Contestémonos con sinceridad…Yo creo que la ciencia se hace necesaria. Ahora bien, no creo que sea cuestión de consenso.
    El neoliberalismo es la ideología de los defensores del capitalismo en una economía globalizada. Yo pienso que la globalización es un adelanto para las clases trabajadoras. Pero hay que luchar por un socialismo global y por un mercado global socialista.
    En cuanto al método científico, pienso que no sólo existe un único método. Que el método de estudio lo debe determinar el objeto de estudio.
    Salud para todos.

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