viernes, 16 de septiembre de 2011

Contrapuntos: Fraga y Otegui

Hace unos días Bono, presidente del Congreso de los Diputados, hizo un panegírico (gran español y hombre de estado) de un miembro del régimen terrorista-fascista que durante 40 años asesinó, torturó y encarceló a centenares de miles de personas en el estado español. Hablo de Manuel Fraga. Fue ministro con Franco del 62 al 69, estaba en el consejo de ministros que dio el plácet al fusilamiento del dirigente comunista Julián Grimau en abril de 1963. Era ministro de la gobernación (Interior hoy en día) el 3 de marzo de 1976, cuando fueron asesinados en Vitoria (Álava), ametrallados  por la policía, cinco trabajadores. Este individuo es "padre" de la patria y de la constitución. El día que muera, la prensa, las radios y las teles, en su inmensa mayoría, hablarán (quizás con alguna voz levemente crítica entreverada) del gran servicio que le hizo a la democracia en el estado español. Nunca pisará una cárcel, como no la ha pisado, ni la pisará, ningún fascista colaborador del régimen dictatorial que aterrorizó el país de 1939 a (al menos) 1977. En Chile los jueces han acordado procesar a la cúpula de la policía secreta pinochetista. Aquí los torturadores, los represores, siguieron en sus puestos y fueron incluso, en más de un caso, condecorados o distinguidos como egregios demócratas.
El contrapunto es Arnaldo Otegui, líder indiscutible de la izquierda abertzale, elemento fundamental en que el camino de la paz se haya abierto en Euskadi, reconocida incluso su importancia por mediadores internacionales, lleva mas de 700 días en prisión y, como colofón, hoy le condena la Audiencia Nacional a 10 años de reclusión. Están asustados, quieren que ETA queme aunque sea una papelera, una violencia de baja intensidad, les ayuda mucho en el control social. Esta sentencia muestra la desesperación ante la posibilidad de que una mayoría social vasca camine, de manera inexorable, hacia la autodeterminación, hacia su capacidad de decidir libremente su futuro. Sinceramente pienso que yerran en la estrategia, que esta política sólo consigue aunar y reforzar cada vez más a los independentistas vascos, y que ETA, más allá de sentencias judiciales desacertadas y escandalosas, ya ha decidido, afortunadamente, echar el cierre. Y a todas estas, ¿qué pensará el PSOE?, tan hamletiano él en lo que al tema vasco se refiere. Por cierto,  yo no descartaría que veamos, quizás en un futuro no demasiado lejano, a Otegui de lehendakari. Lo digo para que algunos vayan tomándose la tila.


10 comentarios:

  1. Que don Manuel pasará, más tarde que temprano espero, a mejor vida situado en los “anaqueles de la Historia” como protohombre de nuestra mitificada Transición, es algo que resulta igual de inevitable que de injusto; como usted, una vez más atinadamente, nos hace ver.
    Sin embargo, esa hagiografía precoz que se marca usted sobre don Arnaldo no deja de sublevarme, aunque sólo sea por el placer que me otorga polemizar con usted. Creo que le consta mi partidismo sentimental en el última y eufemísticamente llamado “problema vasco” (aunque ciertamente no deja de ser un problema que te secuestren y te maten y rematen de rodillas con los ojos vendados, por ser un joven concejal de un partido que no agrada a tus vecinos de puro RH; y tampoco es nimio el problema cuando tienes que rescatar de entre los escombros de tu casa cuartel el cuerpo inerte y mutilado de tu hija, por haber elegido una profesión que goza de mala imagen entre los gudaris…). Argumentos demagogos y sentimentaloides que seguro puede usted rebatirme fácilmente espetándome atrocidades similares llevadas a cabo, o consentidas, por compañeros de partido del primero o del benemérito cuerpo del segundo.
    Pero es que al comenzar a leer “elemento fundamental en que el camino de la paz se haya abierto en Euskadi, reconocida incluso su importancia por mediadores internacionales” pensé que se disponía usted a glosar vida y milagros del entrañable Nelson Mandela y no del presidiario abertzale (sí, sí, tiene usted razón; este envejece en prisión y el gaitero mayor lo ha hecho sin bajarse más de media hora del coche oficial).
    Aunque tampoco me resulta meritorio señalar el sendero de la paz para alguien que lo ha estado sembrando previamente de barricadas, ni me admira la validez del bello (así es considerado por muchas féminas de los medios, ya sabe que algunas sucumben al punto canalla) Otegui como interlocutor cuando antes callaba cómplicemente ante la barbarie.
    En fin, que al igual que no me asombrará la próxima beatificación del sr. Fraga, la llegada de Mr. Arnaldo “peacemaker” Otegui a la lehendakaritza, la contemplo, al igual que usted, en breve. Porque además, resulta de mal gusto para la Gran Mitología Euskalduna que la Jefatura de Euskalherria la ostente un ciudadano de apellido tan poco euskaldun como López, aunque se adorne con el Patxi.
    Y créame que me congratulará saber que, ante tal acontecimiento, los paisanos de Otegui que se sientan aún españoles, tan sólo tengan que tomar tila como medida preventiva y no vuelvan a lucir por sombra a un guardaespaldas o fingir ante sus hijos que se les ha caído algo para revisar los bajos del coche antes de llevarlos a la escuela –perdón, ikastolas-.
    Agur.
    Y decía Blas de Otero:

    Creo en el hombre. He visto
    espaldas astilladas a trallazos,
    almas cegadas avanzando a brincos
    (españas a caballo
    del dolor y del hambre). Y he creído.

    Creo en la paz. He visto
    altas estrellas, llameantes ámbitos
    amanecientes, incendiando ríos
    hondos, caudal humano
    hacia otra luz: he visto y he creído.

    Creo en ti, patria. Digo
    lo que he visto: relámpagos
    de rabia, amor en frío, y un cuchillo
    chillando, haciéndose pedazos
    de pan: aunque hoy hay sólo sombra, he visto
    y he creído.

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  2. Acabo de leer su comentario. Interesantísimo y estimulante,(le aseguro que muchas ideas bullen en mi mente desde que lo he leído), pero ahora no tengo tiempo de ponerme, apeteciendome mucho (quizás algunas ideas y datos se me vayan de la mente), a contestarlo. Puede pasarse, y no es metáfora, el arroz. En cuanto tenga hueco será un honor añadir, sobre este tema difícil, doloroso y complicado, nuevas reflexiones a las suyas. Por cierto, como padre del joven Gauss, principe de las matemáticas, no se olvide, estoy dolido con usted.

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  3. Recuerde, por favor, cuando conteste, aclararme ese dolor del que me responsabiliza acerca del incipiente Tales de Mileto.
    Reciba mi afecto.

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  4. Procedo a dar mi opinión sobre algunas de las reflexiones con las que usted me honra.
    En ninguna línea de mi texto hay hagiografía alguna del que usted llama "bello Otegui" (dudo que sienta especial simpatía por el cuplé). La única idea que a usted pudiera parecerle hagiográfica es aquella donde le denomino:"elemento fundamental en que el camino hacia la paz se haya abierto en Euskadi". Esta
    afirmación es cierta, su liderazgo en el mundo abertzale es indiscutible y el principal impulsor de apostar por vías pacíficas ha sido él. En ningún momento "santifico" a Otegui ni le califico de único elemento en el camino citado. Usted me dice que cuando yo escribo la frase arriba mencionada, con el añadido de los mediadores internacionales, pensó que iba a glosar al "entrañable Nelson Mandela". La Lanza de la Nación. En 1961 Mandela creó y dirigió
    esa organización que era el brazo armado del Congreso Nacional Africano. El alabado líder pacifista llegó,incluso, a recibir instrucción guerrillera. No sé si Otegui ha llegado a tanto.
    Nos mienten Don Manuel, Mandela no era Ghandi.
    Cuando me habla de los crímenes de ETA, quiere hacer mi trabajo, rebatirle, autorrebatiéndose con aquello de que yo puedo
    espetarle "atrocidades similares" cometidas por, digámoslo así, el bando contrario. Usted busca neutralizar mi respuesta. Que yo no diga, por ejemplo, que Franco, sólo en Canarias, donde no hubo guerra,fusiló y arrojó a pozos o simas a centenares de personas cuyas familias no tuvieron jamás justicia, tampoco tila,sino en muchos caso aceite de ricino, y cuyos
    victimarios, émulos de su Caudillo, murieron de viejos en la cama. Y el terror (pues de terrorismo hablamos) fue tanto y tan bien inoculado, (no para el sr Mayor Oreja, cuya familia tiene intereses en el negocio de los escoltas, que definió la época de Franco como un "periodo de extraordinaria placidez") ningún terrorismo supera el que puede desplegar la maquina de un estado, que han sido los nietos de esas víctimas, decenas de años irreconocidas, los que han empezado a asomar, en un camino lleno de dificultades, la cabecita. Reconocimiento a las víctimas de todos los terrorismos. Cada dolor es único e intransferible. Y en democracia, para que no me espete usted irme a la prehistoria,
    podriamos hablar del Batallón Vasco Español, los GAL, torturas reconocidas por organizaciones internacionales, etc.
    Por cierto, hablando de la "Gran Mitología Euskalduna"(usted está haciendo oposiciones a articulista de Libertad Digital o La Razón),
    al año siguiente del asesinato de M.A.Blanco (que usted sin citar cita),creo que fue en
    el año 98, durante una tregua de ETA, Aznar hablaba ante los medios del "Movimiento de Liberación Nacional Vasco". Toma mitología. Poco le faltó para, aparte de hablar catalán en la intimidad, ponerse la txapela (orígenes vascos tiene). Ninguna mitología supera aquella de: "España es una unidad de destino en lo universal". O dicho al modo constitucional (menos pomposo, pero igual de desasosegante): "la indisoluble unidad de la nación española". Manu militari, claro.
    Cambiando de tercio, decirle que el joven Gauss, podrá, si le place, sentir el esplendor de la hierba (pero no le demos muchas ideas).
    Por favor, don Manuel, ¿me cree capaz de estar dolido con un señor tan exquisito como usted?
    Aunque a este paso quizás nunca lo materialicemos, un abrazo.

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  5. Ando justito de tiempo estos días inmerso en cursos de lo más variopintos que me permitan ir acumulando puntos para que, en el próximo concurso de traslados, la sombra del destierro Unamuniano se desvanezca.
    Pero no quiero demorar más mi felicitación al progenitor del joven amante de los neutrinos y a él mismo, al que sospecho que las verdes y esplendorosas hierbas tafireñas se le quedarán cortas y pronto emprenderá viaje hacia algún destino del europeo proyecto Orgasmus, quiero decir, Erasmus.
    En cuanto tenga hueco, desataré hostilidades a su última réplica. Huy, hostilidades, qué bruto soy; ahora que hasta los "euskalpresoak" andan reclamando la paz.
    Abrazos don Pepe Juan.

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  6. Introduzco una reflexión de Jero, pues sigue sin poder acceder a los comentarios.

    En relación al articulo publicado por Jose Juan Hdez. y los comentarios al mismo de Manolo me gustaría realizar algunas reflexiones.
    No es lo mismo opinar de terrorismo y muerte como vivencia, como parte del problema, que como hechos ajenos, y relativamente lejanos. No es lo mismo opinar de ETA y del problema vasco como ciudadano de Canarias que como ciudadano vasco.
    El terrorismo debe ser condenado enérgicamente como medio de lucha política. Sólo produce dolor y terror. Tanto para el lado que atenta como para el lado atentado. Arruina la vida a mucha gente. Pensemos en la vida de cientos de terroristas, de sus familiares, allegados, amigos. Los terroristas siembran dolor y odio para todos los lados. Es evidente que siegan la vida de sus victimas, a veces de raíz, otras convirtiéndolas en un infierno.
    Ante el terrorismo es difícil no tomar partido emocional, como bien dice Manolo. Los terroristas atentan contra las causas que dicen defender. ETA atenta contra el socialismo, contra el marxismo y dificulta el desarrollo de su pueblo. Que atenta contra víctimas inocentes es evidente.
    El estado es una inmensa fuerza frente a los ciudadanos que lo conforman y frente a pequeñas organizaciones que pertenecen a un estado. Pero frente a otro estado puede ser una pequeña fuerza. Y si las fuerzas que dominan el estado son fuerzas fascistas, intentaran imponer su fuerza por medio del terror y la violencia. Y si las fuerzas que dominan el estado son democráticas intentarán imponer su fuerza por medio de la ley y la violencia. Por lo tanto, el Estado de derecho, conquista del capitalismo, debe estar presente en la lucha por el socialismo y en el socialismo.


    Para acabar con el terrorismo de ETA es importante aislar a ETA. Esto supone aislarla de los sectores abertzales de izquierda. Y para que esto sea posible estos sectores tienen que tener la posibilidad de participación política en la actual democracia española. Es un error pensar que ser aberzale y de izquierdas es ser de ETA y ser terrorista. Si así fuese ETA sería un ejército y no una organización terrorista. Y en Euskadi habría guerra en vez de Paz. Hace dos años, estuve una semana en Bilbao y Donosti y en ningún momento tuve sensación de estar en ciudades o país en Guerra. Por lo tanto creo que un error hablar de proceso de Paz. ETA no es una organización ajena a contradicciones internas, entre sus miembros hay diferencias. Es un deber del gobierno español tener la mayor información posible de la banda, y contactos si fuera necesario, así como estudiar la posible integración a la vida social democrática de todos los ciudadanos vascos, cuando ETA desaparezca. Así ocurrió con la totalidad de los fascistas, miembros o no del estado fascista español durante y después de la transición democrática.
    Manuel Fraga ha sido parlamentario durante la transición democrática y durante la democracia en España ya fuese en el parlamento nacional o en el de la comunidad autónoma Gallega. Ha sido presidente de esta comunidad, evidentemente elegido por votación popular. Es de agradecerle su claro posicionamiento político, su sincero posicionamiento político, que otros ocultan autoproclamandose centro. No oculta su pasado como ministro de Franco. Debería ser reconocido, fundamentalmente como hombre de estado, además como gran hombre de estado. Otra cosa es estar de acuerdo con sus posiciones políticas y con sus medios de imponer sus posiciones políticas.
    En las sociedades capitalistas desarrolladas, la tendencia historica actual es la formación de estados supraestatales, ya ni siquiera supranacionales. El Estado nación es una conquista de la burguesía. Y creo que no es posible el socialismo en un estado nación de forma aislada. Al menos un socialismo rico.

    Un abrazo. Jerónimo.

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  7. En absoluto pretendo hacer su trabajo. Tampoco trate usted de aletargarme con sus halagos.
    Creo que su tesis estaba más que argumentada recordando la biografía de Mr. Palomares, por lo que no era necesario que incidiese usted en “ejemplaridades” de toda índole por parte del Generalísimo y sus acólitos.
    Simplemente le constato que, siendo conocedor de la impunidad bajo la que duermen todos eso crímenes, me parecería doloroso que los cometidos en nombre del “oprimido pueblo vasco” quedasen anestesiados en pos de esta nueva Transición hacia la autodeterminación de las Vascongadas (por si me lee alguien de La Razón o el ABC, y no únicamente aspirantes a gacetilleros de Rebelión).
    Comparto su aspiración sobre el final del tirano, si bien no me importa que muera de viejo en una cama, sí preferiría que esta fuese más bien un catre carcelario.
    Lo único que no me queda del todo claro es si usted reclama para Arnaldo el mismo trato de hombre de Estado que se le ha dado al hacedor de queimadas, una vez que este abandonase el lado oscuro y pasase de estandarte del antiguo régimen a tecnócrata y posterior demócrata de toda la vida; o por el contrario no quiere que, con el Bello –sí, insisto- Pelotari, redundemos en la injusticia que se cometió al someter al gallego a semejante liposucción ideológica en lugar de haberlo tratado como lo que era, es: cómplice o aquiescente de los crímenes de Grimau y tantos otros.
    Intuyo que, hombre justo y cabal como lo considero, usted reivindica esto último. Pero ya me es suficiente con que se me acuse una sola vez de neutralizar su respuesta, muy al contrario, ansío sus réplicas con avidez.
    Asumo el “Touché” respecto al viejo león africano, desconocía su pasado guerrero. Me pasa por renegado y alinearme con el caballo ganador, nunca debí abandonar al entrañable, este sí, Pieter Botha.
    Respecto a otro de mis entrañables, Aznar, y su respetuoso trato al MLNV, sólo se me ocurre pensar que padece el mismo síndrome que aquel camaleónico y empático Zelig de Woody Allen. Lo pudimos comprobar con su acelerada inmersión lingüística en Tex-Mex allá en el Rancho Grande.
    Un abrazo don Pepe Juan que no zarpazo. Bien sabe Dios que son mis garras de astracán.

    PDT. Me disponía a colgar esto cuando leo el comentario de Jero. Mucha “miga” sin duda, y creo que poco puedo objetar.
    Pero como uno tiene querencia por entrar al trapo.
    Respecto a cómo se vive el terrorismo en la distancia, Fernando Savater, cuando muchos se excusaban en no ser de allí para evitan posicionarse por no poder entenderlo o al contrario, los de allí recriminaban a los de fuera que era muy fácil criticar a ETA sin vivir allí, respondía que es como no condenar la violencia machista por el mero hecho de no ser mujer.

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  8. Don Manuel y don Jerónimo, acabo de perder, cuando estaba casi acabado, mi comentario de respuesta a sus misivas. Me da mucha pereza rehacerlo. Con está impericia no creo que llegue nunca a gacetillero de Rebelión. Usted en cambio don Manuel, sólo con esa foto de ario bonachon y hombre de orden, tendría mucho camino andado en el Tea Party informativo hispano.
    Por cierto, aprovecho para pedirle a don Manuel, que no tiene problemas para intriducir comentarios en este blog, si sería tan amable de indicarle a don Jerónimo, que si los tiene y por eso aparecen con mi nombre, los pasos que sigue para introducir los comentarios. Si quiere enviémelos a mí y yo se los reenvío a don Jeronimo. O utilice este foro, como prefiera.
    Un abrazo fuerte para ambos y disculpen mi torpeza informática.

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  9. Pasado el enfado por mi torpeza informática, procedo a realizar algunas reflexiones sobre los comentarios de don Manuel y (no iba a ser menos) don Jerónimo. Primero decirle a don Manuel que esté tranquilo, no halagaré su escritura si usted cree que mi pretensión es mellar el filo de su pluma.
    Los etarras no se han ido de rositas, han cumplido en muchos casos largas penas de cárcel, tanto ellos como sus familias, por la política de dispersión. Siempre se puede abrir el debate sobre la pena de muerte o la cadena perpetua. Tampoco vamos a negar que en su formación, poco amorosa hacia la patria única e indivisible, algo han tenido que ver sus progenitores, por lo tanto el castigo viajero lo tienen bien merecido.
    Mi postura es clara: el franquismo fue el terrorismo hecho estado. El fascismo, término que me gusta más, se instaura y permanece en España mediante una acción terrorista continuada. En mayo de 1936 (lo siento, la cabra tira al monte, soy profesor de historia), el director de la sublevación fascista de julio, el general Emilio Mola, decía en una misiva interna, que el golpè debia ser "extremadamente violento". Mola anunciaba sin disimulo el terrorismo que se nos venía encima. Ni un terrorista franquista pasó 5 minutos en un calabozo. Ahí está la diferencia don Manuel, muchos de los etarras que han cometido crímenes han pagado. Los fascistas terroristas no ha abonado nada. Y aquí durante 40 años hubo terror. Mi abuela, si nos veía a algunos de la familia, sobre el 74 o 75, hablando de política, se acercaba a nosotros y nos decía que no eleváramos la voz. Cuando en los días posteriores a la sublevación militar mis abuelos, mis tías y mi padre se fueron de su casa en la Isleta a la vivienda de un familiar ubicada donde hoy está el Meliá, porqué se corrió el rumor (disparatado lo sé) de que iban a volar el barrio, ¿cree usted que sentirían terror?
    El terror se siente y se produce de muchas formas don Jerónimo y, estoy de acuerdo con usted, genera un enorme sufrimiento, independientemente de que actúe con un repugnante tiro en la nuca en Euskadi o apretando el botón de un avión de última generación que revienta a una familia en una remota aldea afgana y, este último acto terrorista, nos sea presentado como daño colateral. Esto también lo digo por el tema de las lejanías y cercanías.
    Otegui, que lleva dos años en la cárcel, no ha tenido las responsabilidades políticas de Fraga. Se le puede reprochar no haber condenado los atentados, pero eso no creo que sea objeto de delito. Fraga como le dije en anterior reflexión era Ministro de Gobernación cuando los 5 asesinatos ¿terroristas? llevados a cabo por la policía en Vitoria.Y ya usted ve, yo no tengo ningún interés en que muera en el trullo, a estas alturas me parecería un acto de venganza. Si creo que sería un deber del gobierno declarar ilegales los juicios políticos del Franquismo, además de investigar patrimonios y niños robados (que tiernas las abuelas de la plaza de Mayo en... Argentina) y restaurar el honor y el buen nombre de todos los represaliados por el fascismo. Y de camino, aparte de por su significado, por su horrorosa estética, volar el Valle de Los Caidos.
    Don Jerónimo, ¿recuerda usted a un obrero llamado Antonio González Ramos, militante del Partido de Unificación Comunista de Canarias? Tuvo la mala suerte de morir torturado, y sospecho que aterrorizado, a finales de 1975 en la comisaría de Sta Cruz de Tenerife. El torturador creo que padeció el tremendo castigo de un traslado.
    Yo lo que planteo, en resumen, es la redefinición del término terrorismo, que creo se utiliza de manera restrictiva, y a menudo manipulada e interesada.
    Para acabar, don Jeronimo, si los chinos lograran un nivel de consumo para toda su población, donde hay enormes desequilibrios campo-ciudad, similar al de EE.UU. (capitalismo rico con 47 millones de pobres, la mayoria sin seguro médico, hecho que no pasa en la Cuba socialista y pobre), ellos solitos gastarían todo el petroleo que se produce en el planeta.
    Un fuerte abrazo para ambos.

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