domingo, 15 de febrero de 2015

Monedero y lo inmoral

Pedro Sánchez en declaraciones a Tele 5:
"Si un miembro de la Ejecutiva del PSOE crea una empresa interpuesta para pagar la mitad de impuestos, lo expulsamos. Es inmoral que Podemos mantenga a Monedero”.
Me interesa en este asunto la palabra inmoralidad. 
Con el asunto Monedero empiezo a sentir ya un cierto, mentira, un gran asco. Toda la masa putrefacta del PPSOE (lo reconozco, hablo con la espada metafórica de la ira sedienta de embadurnase con la sangre, espesa y maloliente, de los farsantes) nublándonos la mente con la aquiescencia de los medios y, por otra parte, el afán, erróneo, de Podemos de poner todos los "huevos" en la cesta de la corrupción, como mal único y supremo. Yo afirmo rotundamente que la corrupción más pavorosa que he leído en los últimos meses no ha merecido la portada de ningún medio. Ya he escrito sobre ella aquí: "los 20 españoles más ricos tienen la misma riqueza que los 14.000.000 más pobres". A mí esta corrupción, esta inmoralidad que la mayoría de la sociedad ni siquiera valora como tal, me parece difícilmente superable. Inmoral fue modificar con agosticidad el artículo 135 de la constitución para poner la deuda por encima de las necesidades básicas de la gente humilde. Inmoral fue, que en 2008, con el impulso del gobernante PSOE se crearan tribunales para agilizar los desahucios. Uno de los últimos fue el de un señor que pidió a un prestamista privado 4.000 euros y al cabo de 6 meses debía 32.000. Interpuso una querella, pero la jueza, sin esperar a la resolución de ésta, decidió ejecutar el desahucio, apelando, más allá de su argumentación, de manera inmoral, a unas leyes inmorales que priman la acaparación de riquezas de un especulador por encima del derecho de un ser humano a tener un humilde cobijo. Inmoral es que se tilde casi de corrupto a un parado que cobra prestación y, a ratos, hace algún trabajillo. Yo no me olvido de las clases sociales, de la posición de cada ser humano en la pirámide social. El discurso de la corrupción y la consecuente inmoralidad se convierte en abstracto y absoluto. A nuestra escala, todos y cada uno somos chorizos potenciales. Quién trapichea poco o nada es porque escaso o ningún acceso tiene al pastel. Y puede que en bastantes casos tengan razón los sustentadores de esta teoría. Pero el problema esencial sigue estando en el reparto del pastel. Por eso es una canallada hacer una equiparación moral entre quién estira un poquito la lengua, para "lamer" algo más del cuchillo, y el voraz que, teniendo tarta de sobra, todavía ansía un trozo mayor.
Monedero intentó pagar un poco menos a Hacienda, no por avaricia o buscando un enriquecimiento personal, sino probablemente para potenciar un proyecto comunicativo alternativo (televisión en internet, soñar con ir más allá es imposible) al que, los que no pertenecemos a la oligarquía, tenemos la imposibilidad de acceder. ¿Es un sistema razonable o decente aquél que permite que un señor tenga el potencial comunicativo de 2 televisiones, 2 periódicos y tropecientas editoriales? ¿Es justo que la información y opinión que a mí o a usted nos llegue quede al albur de un grupito de seres humanos muy ricos? ¿Es razonable que, al menos en España, y salvo en Euskadi con Gara, la visión del mundo televisiva y en papel que se acerque, ligeramente, al campo de la izquierda, tenga que venir de la propiedad de un señor de derechas?
El dedo en la la llaga lo puso el dirigente de IU Alberto Garzón cuando afirmó que lo esencialmente inmoral es que una sociedad empresarial, la que uso Monedero para pagar menos, cotice al fisco la mitad que una persona física. O también es repugnantemente inmoral que muchos evasores fiscales, entre ellos el señor Botín, ese que necesitó siete coches fúnebres para llegar a su última morada, legalizaran su situación fiscal (previa carta de invitación, en sentido estricto, a pagar) abonándole a la Hacienda Pública un 10% del dinero evadido. La mitad de lo que le retienen a un profesor de enseñanzas medias de Canarias con 25 años de servicio.
Todos los grandes informativos y las principales tertulias, donde predomina el sesgo derechista, están incluyendo a Monedero en sus planillas de portada. 
Mientras tanto, en el frente estrictamente político, el bipartito lanzando fuego graneado.
Un tirador es el PP de contabilidades B y reformas de su sede central pagadas  en "negro", de reformas laborales que cercenan derechos y vinieron, ante nuestra pasividad, para quedarse, de la recuperación del empleo a costa, no de ver la "vie en rose", sino en precario (se empieza a hablar del precariado) y con salarios de miseria, de, en un acto de terrorismo,  bajar las ayudas a muchos discapacitados cuyas familias, volcadas en ellos, tienen tanta grandeza moral como bajeza el estado que les racanea unos euros.
El otro guerrero es el PSOE del dinero alemán, llegado en la Transición para revitalizarlo tras 40 años de amodorramiento (salvo honrosas excepciones) durante el fascismo y contrarrestar, de camino, aunque la dictadura hizo bien su trabajo ideológico, los 40 años de lucha del Partido Comunista, ese PSOE que montó el GAL y Filesa.
Podemos ha esgrimido el lema "su odio nuestra sonrisa". Queda guay, da buen rollito de cara a la galería. Pero ellos, el entramado de intereses oligárquicos y sus secuaces, no se ríen. Y, sin embargo, ya te habrás dado cuenta Monedero, enseñan los dientes. Y es una dentadura poderosa y afilada, propia de los tiburones que son.
Estoy convencido de que Monedero es un hombre que lucha por el cambio social, no es un impostor, un aparente que cuando se apagan los focos amasa el dinero con el único fin de darse la gran vida, pero lo tiene complicado, la presa que la jauría no pudo hacer con Errejón, la está fraguando con él. Gran parte de su gente, al menos en los foros de la red, le cuestionan e incluso le piden que se vaya. ¿Qué hacer? Sólo puedo confesar, desde mi hastío y mi carácter sanguíneo, que yo me iría. Me refugiaría en mi trabajo, mis aficiones o mis placeres y no querría saber nada de la acción política. Esta sociedad, en un porcentaje elevado incapaz de distinguir a sus enemigos, e incluso compradora de su mercancía averiada (asombrado vi una encuesta en La Sexta que le da al PP una intención de voto en el ayuntamiento de Madrid del 40%), me hace pensar que mucha gente se "merece" la ristra de explotadores que la humillan y maltratan. 
Empecé este texto blandiendo la espada y acabo, mientras la inmoralidad se pavonea erguida, con la moral por los suelos.

6 comentarios:

  1. https://www.youtube.com/watch?v=-mDhUCnZZFQ

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  2. ! Qué pena que todas éstas verdades no las digas en el programa de la 6ª noche . Sobretodo al baboso de Inda .
    Felicidades por el artículo . Chapeau

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    1. Gracias, me alegra que te haya gustado. Siempre estimula saber lo que piensa quién te lee.
      Hay mucha gente que dice estas verdades, que intenta remar, desde sus barquichuelas, contra la poderosa armada ideológica de, valga la redundancia, los poderosos. Y ahora, que atisban la posibilidad de algunos cambios (nada revolucionarios, por cierto, mesurados y reformistas), van a toda máquina al abordaje.
      Y entre su marinería opinadora hay Indas dando la matraca siempre con Venezuela para asustar a perezosos mentales. Pero también están los objetivos, los progres a los que no les gusta ni Montoro ni Monedero, esos siempre dispuestos a creer en la inexistente alma de izquierdas del PSOE, disculpando sus traiciones, pero que ahora corren con los clavos entre los dientes prestos a crucificar a Podemos (Monedero es el pretexto). Y lo afirmo por enésima vez: soy crítico con Podemos y sus posicionamientos, en algunos temas, de perfil. Me atrae más, ahora mismo, la IU de Garzón, pero sería un inconsciente si no me alegrara de la irrupción del partido que lidera Pablo Iglesias.
      Un saludo

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  3. ! Qué pena que todas éstas verdades no las digas en el programa de la 6ª noche . Sobretodo al baboso de Inda .
    Felicidades por el artículo . Chapeau

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  4. Pido disculpas porque ha estado mucho tiempo un error ortográfico. Donde decía potencial (de algo con determinadas posibilidades), tenía que decir potenciar (darle empuje a una actividad). Ya está corregido.

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  5. Estoy sembrado. Donde dice Eduardo (que existe y es economista como su hermano) debe decir Alberto, que es a quién yo quería referirme. La edad no perdona...

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