domingo, 12 de octubre de 2014

Breve pincelada de un 12 de octubre con algo hermoso que celebrar (para variar)

El 12 de octubre de 2014, si la "ciencia" demoscópica no falla, puede ser un buen día para los indígenas y los pobres de Bolivia y de América Latina en general. Evo Morales ganará su tercer mandato apropiándose de una fecha emblemática para los enemigos contra los que él y su gente han luchado siempre: los explotadores, los colonizadores de ayer y de hoy. Sí, eso es lo que se celebra el 12 de octubre, oculta tras las fanfarrias está el inicio de una colonización. O sea, el inicio de lo que implica toda colonización: la destrucción de unas civilizaciones que tenían una manera, con sus miserias y grandezas, de estar en el mundo. A una escala infinitamente menor, creo que lo mismo pudieron sentir muchos aborígenes canarios (los mal llamados guanches, pues estos eran solo los originarios de la isla de Tenerife). Fuerzas invasoras, técnicamente más avanzadas, que intentan borrar de un plumazo, por la fuerza, su visión de la vida. El auge de la espada y la cruz, esa férrea combinación secular de la España eterna que ha servido tanto para someter o eliminar aborígenes díscolos allende los mares, como para matar a esos indios del interior llamados rojos. Que tengan cuidado los catalanes, que se miren la piel, que pueden estar poniéndose ligeramente cobrizos. Ojo. Entiéndase la ironía, o si se quiere la boutade, que refleja el momento político de tensión entre la mayoría catalana que quiere celebrar la consulta y el estado español. Sé perfectamente que las guerras de independencia latinoamericanas fueron guerras de la burguesía criolla contra un dominio colonial que lastraba sus intereses. En ellas los indígenas, meros espectadores o carne de cañón, ni pincharon ni cortaron. Éstos empiezan ahora, 200 años después, a pinchar y a cortar algo en países como Ecuador o Bolivia. Mucha gente, con osada e infundada superioridad, se ríe cuando ve a Evo, con un poncho de vivos colores, en celebraciones rituales que invocan a los viejos dioses inexistentes que fueron expulsados u obligados a clandestinizarse por el nuevo dios igualmente falso al que veneran muchos de los reidores. Dudo mucho que Evo, líder del Movimiento al Socialismo (MAS), crea en espíritus no ligados a nuestra periclitable carne. Pero Evo ha tenido claro que a la par que intentaba recuperar parte de las riquezas de Bolivia, en manos extranjeras, para mejorar la vida de los más humildes, tenía que reivindicar el orgullo, el lugar bajo el sol de unas culturas secularmente despreciadas.
quiénes todavía utilizan el desfasado concepto de Descubrimiento de América, tierra habitada desde hace al menos 15.000 años, les invito a usar otra mirada, a pensar que, desde ese momento, muchos seres de ese continente también empezaron a "descubrir", sin derecho a decidir (la cosa viene de lejos), la civilizada Europa.


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