domingo, 13 de abril de 2014

El 14 de Abril y la Semana Santa

Algunos años, según donde la ubique el ciclo lunar, la Semana Santa se enreda con el 14 de Abril. El día en que algunos, nostálgicos que miramos hacia el futuro, rendimos homenaje a la masacrada 2ª República.
La semana mencionada es la máxima expresión, en su aspecto más siniestro, sublimando el martirio, potenciando la interesada teoría del valle de lágrimas terrenal versus el paraíso celestial, de la liturgia católica.
Es, al menos en el estado español, la antirrepública por excelencia.
El ariete que primero embistió contra la 2ª República y las puertas que entreabría,  fue el eclesial. El 1º de mayo de 1931 Pedro Segura, Cardenal Primado de España, hizo pública una pastoral en la que, con dos semanas de república después de siglos de monarquía, pintaba un panorama catastrofista y hacía una loa a Alfonso XIII. Al Primado lo que más le asustaba de la república es que suponía abrir la puerta a una alteración del "orden social" y se convierte en adalid de una respuesta rápida. Un párrafo de la pastoral: "Es urgente que, en las actuales circunstancias, los católicos, prescindiendo de sus tendencias políticas, en las cuales pueden permanecer libremente, se unan de manera seria y eficaz para conseguir que sean elegidos para las Cortes Constituyentes candidatos que ofrezcan plena garantía de que defenderán los derechos de la Iglesia y del orden social". Segura clamaba por la unión de la derecha, Segura, tras su verbo alambicado y medido, llamaba a pertrecharse, a prepararse para el combate,  para una etapa álgida de la lucha de clases, porque los integrantes de la conjunción republicano-socialista, no siendo revolucionarios, si eran reformadores sociales, en un país que en muchos aspectos seguía anclado en la Edad Media. Por cierto, dos de las medidas laicistas que tomó el Gobierno Provisional de la 2ª República en 1931 no han vuelto a estar vigentes en España: "prohibición de participación oficial en actos religiosos [Circular del Ministro de la Gobernación del 17 de abril], fin de las exenciones tributarias a la Iglesia". Alguien me hablará de la quema de iglesias de mayo de 1931. Suena terrible, para la mayoría de la gente, unir las palabras destrucción o incendio con templos, con lugares de culto. Lo percibo como un vestigio de lo más ancestral y nocivo. En una siniestra inversión de valores somos capaces de destruir sin pestañear lo esencial para el ser humano (su techo o su alimento) y hasta la propia persona, pero se produce el horror por la quema de lo que, en el fondo, eran símbolos de opresión, de seculares ataduras mentales que reforzaban las materiales.
Casi 83 años después de la pastoral de Segura, restaurada vía fascismo la monarquía borbónica, otro jerarca católico, el obispo de Málaga Jesús Catalá, nos demuestra, calentando motores para Semana Santa, su grado evolutivo en la escala moral diciendo que el matrimonio homosexual equivale a la unión entre un bebé y un anciano (hasta escribirlo me repugna). Este tipo  es incapaz de diferenciar entre la libre unión de dos personas (sé que hay uniones entre adultos que no son libres), sean del sexo que sean, y el abuso que se realiza sobre un ser que está en situación de indefensión. Tengo la certeza de que este individuo, con el arrobo de muchas personas, presidirá esta semana alguna de las procesiones malagueñas. Y también tengo la certeza, lamentablemente, de que en ésa y en muchas procesiones más del territorio español estarán autoridades de diverso tipo, principalmente municipales, engalanadas y  en función de su cargo, haciendo caso omiso del laicismo que debe presidir la Res Pública.
Un último apunte: a la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores (AMAL) le han prohibido, por cuarto año consecutivo, una marcha atea programada para el Jueves Santo, alegando posible coincidencia con las procesiones, aunque los solicitantes habían estudiado que esa concurrencia no se produjera. Alguien dirá que tienen muchos días para manifestarse. Tiene razón: los 357 días restantes, excluidos los 8 de la Semana Santa. Esperemos que la llegada de la Tercera, aparte de otros parabienes sociales, nos permita recuperar los días secuestrados, desencapirotarnos y que circulen libremente las ideas.

1 comentario:

  1. No podía ser de otra forma. José Juan Hdez. nos tenía que dejar su pincelada en estas fechas sobre la II república Española y su destrucción, golpe de estado y guerra civil mediante. En mi formación cultural, como en todas las generaciones de españoles que me precedieron desde entonces y de muchas de las que me sucedireron, estuvo presente el nacional-catolicismo, introducido a golpe de crucifijo y cara al sol. Pero jamás se me olvida que también estuvo presente el cristianismo. Ese que mal se refleja en estos días con fiestas paganas. Tampoco se me olvida el alma caritativa de mi madre. Ni las almas de muchos adolescentes y gentes más creciditas que se dejaron la piel, y algunos puede que la vida, por un mundo mejor. Y el los años de final de la dictadura franquista alabemos a los cristianos de base que lucharon por la democracia. Por que los buenos cristianos sean bienvenidos a las fuerzas que luchan por un mundo mejor. A las fuerzas que luchan por el socialismo. A las fuerzas que luchan por un cielo terrenal. Por las fuerzas que luchan contra los tiranos económicos. Por todos aquellos que quieren sacar a los dilapidadores de las riquezas necesarias para la vida del templo.
    Cariños saludos.

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