domingo, 15 de septiembre de 2013

Cataluña necesita la consulta

Tras la cadena humana que recorrió Cataluña de norte a sur el 11 de septiembre (un millón y medio de personas en un país de siete millones es una cifra abrumadora), la situación se llena de expectativas. Para unos el cielo se abre y refulgen al sol los colores, para otros la grisura de los  nubarrones se cierne amenazante.
Tanto Mas como Rajoy tienen motivos para estar preocupados. El primero, porque ha perdido las riendas del proceso. Ahora mismo el caballo conduce al jinete. El segundo porque la polvareda anuncia la estampida que se le viene encima. Era curioso oír alguna tertulia en los días posteriores reclamando la actuación de la política. Craso error. Pocos actos de mayor calado político que uno que consiste en darse las manos un país en pos de un objetivo socialmente transversal. En este caso sólo habría un acto político más decisivo aún: la consulta, el conocido como "derecho a decidir". Cuando esos "tertulianos" hablan de la actuación de la política la mayoría está pensando en la manera de encauzar el movimiento popular. Le dan a la política el valor, no de responder al masivo requerimiento de un pueblo que quiere decidir si en el futuro tiene un estado propio, sino el de ponerle bridas a esa manada que ellos perciben desbocada. Están pensando en como "reconducir" la situación. Porque la convocatoria de algún mecanismo de consulta, salvo la ¿impensable? manu militari, parece no tener marcha atrás. Mas tiene complicado hacer un chanchullito con el PP y el PSOE (este partido ya habla de federalismo asimétrico y, desesperado, le pide al PP que haga "algo"). Si titubea sólo va a conseguir que el trasvase de votos a ERC se intensifique. Por otra parte creo que Rajoy no puede, al menos por estética, aunque debería ser por ética, como implícita o explícitamente le pide la extrema derecha, mandar los tanques a Cataluña. En esta situación la ciudadela de Ciutadans, baluarte de las esencias hispánicas, acoge tras sus murallas a  los peperos y socialistas huidos. Mientras la situación política en el resto del estado español, salvo Euskadi, es bastante pétrea (PP y PSOE suman un increíble 60% de intención de voto), pues los múltiples movimientos políticos y sociales surgidos al calor de la ofensiva neoliberal no logran permear a la sociedad, en Cataluña es volátil, con una posibilidad, nada ilusoria, de que los grandes partidos salten en pedazos. Hecho que, aunque parezca un contrasentido, puede ser un gran respiro para el PP, pues la baza del catalán malvado le renta votos en muchos territorios del estado.
Acabo. Las sociedades se dividen por múltiples intereses. Si se celebra un referéndum y ganan los independentistas por poco más del 50% dirán otra frase muy escuchada: "Han dividido a Cataluña". ¿Harán lo mismo si se imponen los partidarios de seguir formando parte del estado español por un magro margen? El PP gobierna con mayoría absoluta, desmontando derechos, disponiendo del 44% de los votos. Sinceramente creo que la sociedad catalana ha llegado a un punto en el que necesita contar los apoyos reales que tienen una u otra opción.

9 comentarios:

  1. Estimat Pep Joan:
    Perdón, ya sabe que me gusta hablar catalán en la intimidad, pero son ya demasiados los transeúntes que deambulan por este callejón por lo que se pierde el carácter íntimo de nuestra inocente diatriba.

    “Tras la cadena humana que recorrió Cataluña de norte a sur…” Caray, se me pone la piel de gallina, ese pueblo unido, entrelazados mano a mano en un solo sentimiento clamoroso, qué lindo. Pero me asalta la duda ¿y los del este? ¿y los del oeste? ¿mucho charnego por esas latitudes, quizás?

    Pongo las cartas sobre la mesa para los no iniciados: soy, por cuestiones de índole genética, un fachilla sentimental; me emociono con los desfiles del día de la hispanidad, la bandera, el himno, me indigno cuando lo abuchean…pero hasta ahí. Quiero decir, mi patriotismo, mi querencia por la nación española no me haría mover un dedo para que en mi DNI figurara -no lo hice cuando cambiaron las entrañables GC de las matrículas- España en lugar de Europa o Canarias.

    Por eso empatizo -simpatizar, ya no, no me pida tanto- y comprendo a los catalanes cuando reclaman el derecho a decidir o reivindican su identidad como nación e incluso, por ese españolito enraizado que llevo dentro, puedo entender que los vascos oprimidos como pueblo empuñaran la 9mm parabellum en pos de su vernácula cultura.

    Me cuesta comprender, sin embargo, que estas dos naciones históricas no empaticen con aquellos españoles que, entendiendo la nación de otra manera, reclamen a la Acorazada Brunete para así preservarla ¿no defenderían ellos els paisos catalans con uñas y dientes si dispusieran de artillería como así lo hicieron durante décadas los aguerridos gudaris especializados en el valeroso tiro en la nuca?

    (continuará)

    ResponderEliminar
  2. (continuación)

    Oh, no, qué cosas se me ocurre pensar; ellos son los civilizados catalanes, border line con Europa frente a los cetrinos españoles, los de la caverna de Madrid, los que asaltan, agreden e insultan a los atildados asistentes de la librería Blanquerna
    http://www.publico.es/467636/un-grupo-ultra-ataca-la-libreria-catalana-blanquerna-en-la-diada

    Hechos como estos son lo que demuestran que Catalonia is not Spain, ni lo quiere ser. Ellos respetan la diversidad, el derecho a decidir en libertad; para eso llevan el seny en la frente y no el astado que nos luce a los Martínez Soria de aquí abajo. He aquí el botón de la muestra:
    https://www.youtube.com/watch?v=otv3WPIlNCs

    Hecho aislado, una minoría que no representa al pacífico pueblo catalán y no como la multitudinaria –cientos de miles, si no, millones- jauría que irrumpió en la sede cultural catalana. Dónde va a parar.

    No comparto tanto su perspectiva sobre el jinete y el caballo (bendito el jamelgo al que le ha tocado el gordito Junqueras por jockey) Más bien aprecio la imagen como esos potros salvajes del norte que aún se creen asilvestrados cuando, en realidad, están siendo conducidos en manada hacia el aprisco para, una vez allí, ser despojados de sus irreverentes crines.

    Me permito, en mi comprensión y respeto ilimitado a su “derecho a decidir”, sugerirles que si quieren evitar un posible retroceso culatero en el tiro –podría pasar que Badalona o Casteldefels votara en contra ("Han dividido a Cataluña") y a ver qué hacían con el decisivo derecho a la decisión de sedición-. Sugerirles, decía, que sea toda España la que tome parte en la consulta, sólo así se garantizarían formar el ansiado Pays porque bien me temo, ay, que el nivel de hartazgo del murciano (¿Alguien conoce el nombre del presidente de la Comunidad murciana? ¿Alguien desconoce a Mas, Artur?), extremeño, turolense o terorense nos llevaría a votar a favor de la enajenación del Honorable Estat.
    Así que, tiene usted razón, Cataluña necesita la consulta…y no le cuento cómo la necesitamos el resto de los españoles.

    Me despido, siempre con respetuosa estima, recordando unos versos de Gil de Biedma, poeta barcelonés. Un abrazo.

    De todas las historias de la Historia
    sin duda la más triste es la de España,
    porque termina mal. Como si el hombre,
    harto ya de luchar con sus demonios,
    quisiera terminar con esa historia
    de ese pais de todos los demonios.

    ResponderEliminar
  3. A modo de coda:
    la civilizada sociedad civil catalana recibe con vítores a Messi a su llegada al juzgado para declarar por su presunto fraude fiscal de más de 4 000 000 de €.

    ResponderEliminar
  4. Don Manuel:
    Le aseguro que esto sigue siendo un modesto callejón donde no cabe ni el eslabón de la más pequeña de las cadenas.
    Las pieles de cada uno se tornan gallináceas con los más variados motivos. A mí se me puso así por última vez el jueves pasado, cuando la charla, por motivos disciplinarios, con un alumno de 15 años me demostró (una vez más) lo necesaria que es crear una sociedad con otros fundamentos.
    Me apunto a que los nacionalistas españoles sean como usted, amantes de su patria y entendedores del amor de otros a la que consideran suya.
    Creo que ni catalanes ni vascos niegan la existencia del estado español. Lo que plantean es que les dejen decidir la posibilidad de tener ellos uno propio. Habla usted de los valerosos "gudaris" del tiro en la nuca. Injustificable. Pero le hago un matiz. Muchos de esos gudaris han estado y están en la cárcel. Los terroristas del 18 de julio (perdone la inmodestia de autocitarme) y sus numerosos acólitos, que llenaron su amada España de desaparecidos en fosas comunes, creo que pisaron palacios, pero nunca escucharon sus oídos el ruido de los cerrojos.
    Me he reído mucho con el jamelgo de Junqueras. Perdone que le diga, pero tiene usted una extraña fijación con don Oriol y su sobrepeso. No sé que pensaría don Sigmund de ello.
    Don Manuel, cuando en el 86 Cataluña, Euskadi y Canarias votaron en contra de permanecer en la OTAN ¿les permitieron salirse? No. Si en Cataluña se ejerce el derecho a decidir, en unas localidades ganará el sí a la independencia y en otras el no. Eso sucede en todo referéndum. ¿Si gana el no por el 51% les preocupará a los españoles la división de la sociedad catalana o simplemente festejarán? Si es al revés está claro que incidirían en la mentada división.
    Leyendo los hermosos versos de Gil de Biedma va a surgir el independentista que no anida en mí. Espero que su acendrado españolismo le permita seguir siendo mi amigo. Un saludo cordial

    ResponderEliminar
  5. Mi muy apreciado don PepeJuan:

    Intuyo, por el desangelado contexto sagasetil que un día compartimos (añorados días, he de añadir, pese a todo), por dónde podía versar la conversación que usted mantuvo con su alumno.

    Espanta -también por aquí en las alturas, no crea- comprobar las realidades que circundan a nuestros muchachos. Gallitos de corral y soberbias pavas reales, desplumadas ante la humillación que les supone acudir, casi a escondidas, a desayunar media hora antes de comenzar las clases. Verdaderas y brutales “situaciones de aprendizaje” que no hacen otra cosa que servir de “rúbrica” (¿le suenan las rutilantes palabras, verdad?) para constatar que algo huele a podrido más acá de Dinamarca.

    De ahí proviene mi sublevación ante tanta reivindicación identitaria: el alumno irá sin desayunar, pero será un malnutrido alumno catalán; el político robará, pero será un corrupto político catalán…en definitiva, uno de los nuestros, eso es lo que importa. El hambre, el latrocinio, será lo de menos

    Descuide, Mr. Freud no ha de preocuparse por mi fijación por don Orondo Junqueras. Tan sólo aprovecho coincidir con él en nuestra condición de sobrepesados (y mire que lo lamento, el sobrepeso, y la coincidencia con el sujeto) para dar donde más (nos) duele (a los gorditos), por otra parte, cualquier otra insinuación sería tachada de catalanofobia.

    Agradezco su aclaración sobre el funcionamiento de los referendum o consultas populares, únicamente trataba de llevar al paroxismo la farsa: aquí no hay derecho a decidir que valga, a lo sumo, derecho a opinar y gracias.

    Desde el emocionado recuerdo a Su Majestad, hoy ausente en el desfile de la gloriosa Fiesta Nacional, reciba usted un saludo, también emocionado.

    ResponderEliminar
  6. Estimado don Manuel, me emociono al comprobar como brotan los "internacionalistas", los que odian las fronteras, los igualitaristas, sobre la "piel de toro". Con esa pléyade de voluntarios derribadores de fronteras y defensores de la igualdad más estricta, no dudo que, a no muy largo plazo, alumbrarán los tiempos "La Unión de Repúblicas Socialistas Mundiales" (URSM) en la que reinará la justicia social y la igualdad entre los pueblos por los siglos de los siglos.
    Lo que acabo de escribir suena y es una boutade, lo sé. Pero mire lo que le digo. Me juego lo que sea que más de un independentista vasco y catalán y probablemente de algún otro territorio como Canarias, tendría ese ilusorio (de ilusionante) estado entre sus utopías. Con la misma certeza le aseguro que en el horizonte de ningún nacionalista español está la URSM . Fíjese que fonéticamente suena casi igual que mi añorada (en su significado, en su proyecto) URSS, ese embrión que aspiraba a un mundo sin explotados ni explotadores. El mundo soñado por cualquiera de esos ciudadanos del mundo, odiantes de las rayas que fragmentan el planeta, que, como setillas en otoño, brotan en el enmarañado bosque hispano.
    Por supuesto tiene usted razón. El hambre y el latrocinio traspasan fronteras. Un matiz. La historia común de la "nación más antigua de Europa" es rica en tan repugnantes productos. Y le recuerdo que cuando han habido intentos superadores de esas lacras por fuerzas más o menos igualitaristas, ni siquiera revolucionarias, sino meramente reformistas, ha sido la derecha unionista española quién los ha ahogado a sangre y fuego, apelando a que esas fuerzas eran disgregadoras.
    Sin compartir su emocionado recuerdo al hijo de Franco le envío un saludo fraterno.

    ResponderEliminar
  7. Mi muy apreciado don Pepe Juan:

    Veo que se suma usted a la fiebre de los juegos “de azar” que rodea a su amado mundo futbolero y entiendo por su apuesta -lo veo en EuroVegas- sobre la URSM, que usted quiere decir que los nacionalistas periféricos son nacionalistas pero no tanto como los centralistas, y que aquellos estarían dispuestos a renunciar a su identidad en pos de la alianza de civilizaciones; frente a los que calzan tricornio, defensores a ultranza de la unidad, grandeza y libertad de su, ya casi, E[x]paña.

    No deja, no obstante, de asombrarme esa división de alegres tolerantes y sombríos cazurros que usted desliza en sus palabras; máxime a tenor de quienes lideran las propuestas soberanistas del norte: la CiU de los Pujoles i Mas y el PNV de los Arzallus y Urkullus, clase obrera a la izquierda de la izquierda todos ellos y babeantes aspirantes a Jefecillos de Estad[ill]o.

    Habla usted de boutade, y también yo podría calificar como demagógica mi mención al hambre y al latrocinio, pero es que creo que la mezquindad anida en unas reivindicaciones fuera de lugar y de tiempo cuando las demandas sociales no son precisamente cambiar la toponimia del DNI.

    En la entrada última de su blog, remite a los curiosos a esta diatriba y los anima a sumarse a ella –reconozco que me ha sonado un tanto al “¡a mí La Legión!”- añadiendo que ambos sabemos que no vamos a solucionar nada.

    Sin embargo, quizás sin saberlo, y a mi parecer, en sus palabras previas arroja cierta luz sobre el entuerto: “amigo y españolista de bien”, me llama usted.
    ¿Dejaría de ser su amigo si Canarias se independizara? ¿Sería usted mi enemigo si España nos descolonizara? Afortunadamente, usted y yo sabemos la repuesta: esa que no gusta a los otros.

    Acabo con un abrazo, cordial, que la sé palabra de su gusto y la introducción a una canción de J.Drexler inspirada en unos versos del brillante e insólito Chicho Sánchez Ferlosio (“hijo de”, ya sabe).

    Por cada muro un lamento
    en Jerusalén la dorada
    y mil vidas malgastadas
    por cada mandamiento.
    Yo soy polvo de tu viento
    y aunque sangro de tu herida,
    y cada piedra querida
    guarda mi amor más profundo,
    no hay una piedra en el mundo
    que valga lo que una vida.

    Yo soy un moro judío
    que vive con los cristianos,
    no sé que Dios es el mío
    ni cuales son mis hermanos.


    PDT. Por si quiere disfrutarla en youtube: http://www.youtube.com/watch?v=0w2rakGN_N0

    ResponderEliminar
  8. Estimado don Manuel:

    Desde mi inalterable amistad, disculpe, pero no. A usted la legión. Esa tropa que desfiló, a ritmo desquiciado, el día de sus querencias patrias. Se la doy enterita y lamento que piense usted que mi enlace suena a toque de rebato a tan distinguida milicia, que puebla los sueños guerreros de sus españolistas pero no los míos.
    Se lo reitero. Es muy diferente el nacionalismo expansivo que usted defiende, al patriotismo de sectores de la izquierda independentista catalana o vasca. Estos al menos tienen una virtud que a usted quizás le parecerá menor: no son hijos del fascismo que suele ser el engendrador de los nacionalistas recalcitrantes españoles. No reduzca la reivindicación independentista catalana a Mas. Más bien creo (valga el tartamudeo) que ese señor está algo preocupado porque la dirección de ese proceso puede estar escapándosele de las manos.
    No veo porque un independentista, que yo (aún) no soy, y un españolista recalcitrante, que usted (aún) no es, no pueden coexistir pacíficamente y colaborativamente. O ser amigos. Yo, ingenuo, no veo inconveniente. Respecto a "reivindicaciones fuera de lugar", le remito a los últimos 25 años, que han parido bastantes estados o al, ya mentado por mí, referéndum escocés. Sigo sin ver donde está el problema de contar apoyos.
    Dice don Chicho que "no hay una piedra en el mundo / que valga lo que una vida". Muy bello e ideal. Pero los imperios ( en general) no se han ido nunca de las tierras ( o piedras) conquistadas, si no es a empujones y de muy mala gana. Desde luego, si yo fuera un ocupante, a los ocupados les cantaría, como nana para acunar sus sueños, ese par de versos.
    Por supuesto le devuelvo su cordial abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Aquí se ha abierto otro debate sobre el tema:

    http://franciscofrutos.blogspot.com.es/2013/10/catalunya-el-nacionalismo-el.html

    Creo que vienen bien, entre otras cosas para ver la tolerancia de muchas personas a las decisiones voluntarias de otras.

    ResponderEliminar