Odio la moralina. Quizás porque mi vida encierra, en las paredes de mi conciencia -ese ring donde se solventan luchas tan encarnizadas como inútiles en muchas ocasiones-, una pugna feroz por descatolizarme. Con Jesús, a pesar de mis dudas sobre su existencia histórica, tengo una relación más amable. Creo que bastantes de las ideas que se le atribuyen están vigentes, son, de una manera naif, de dibujos perfilados y colores luminosos, imperecederas. En resumen... un patrimonio moral de la humanidad. La moralina en cambio es herrumbre para el pensamiento, una capa de podredumbre que nos simplifica, que nos impide adentrarnos en muchas ocasiones en los territorios más sinuosos, más traicioneros, que nos pueden dejar malheridos. Tiende a ser preceptiva, y yo cada día -manías de viejo- detesto más los preceptos.
Sin embargo, en el tema del dinero, me pregunto si me estaré acercando a posiciones que lindan con una moralina del tipo: "el dinero corrompe a las personas". Digo esto porque me cuesta entender la necesidad de muchos congéneres de acumular ingentes cantidades de dinero. Sé que esa es la esencia del capitalismo. Y sé además que el capitalismo hace otra cosa mucho más perversa y que le sirve, más allá de sus cuerpos represores, para mantenerse en el poder: inocularnos a todos la idea de la bondad de acumular riquezas, y que esa acumulación es legítima y deseable y -trampa de las trampas- está, como si de un reino de los cielos terrenal se tratara, al alcance de todos.
Sé que el dinero es un elemento esencial para el intercambio de bienes y servicios. ¿Se imaginan que pagarán nuestro trabajo en especie? Vaya latazo. Lo que a mí cada vez me resulta más complicado de entender es para que desean unos seres humanos, que ya viven bastante bien adecuándose a las normas legales de las que se dota el propio sistema capitalista que ellos defienden fervorosamente, saltarse sus propias reglas, ponerse más allá de la línea fronteriza que ellos han trazado.
Urdangarín, por supuesto, tenía que dedicarse a los negocios turbios pues sus hijos corrían peligro de tener que acudir a la sanidad pública o a la escuela pública. O él y su costillita no imputable corrían peligro de dejar de esquiar o de moverse por aguas procelosas con el Bribón del suegro.
Bárcenas, por supuesto, tenía que acumular 22 millones de euros en Suiza pues ya estaba harto de la vivienda de protección oficial de 70 metros cuadrados en la que se agostaba su magnífica cabellera (esto es resentimiento de calvo, lo confieso).
La cúpula del PP, por supuesto, procedente toda de los barrios marginales de las ciudades españolas, compensaban una vida de sufrimiento con unos sobrecillos digestivos cortesía de algunas ONG de caridad empresarial.
La corrupción. Es el monstruo de moda. El dragón que está devastando el régimen canovista redivivo en la transición española. El PP amenaza ruina y el PSOE ya es una ruina. Son los edificios donde ha trabajado la carcoma estos 35 años. El rey y su familia, después de decenios de vestir los oropeles de unos medios de comunicación serviles, se pasean desnudos. Los corruptores están en un discreto segundo plano, ellos no se presentan a las elecciones. se limitan a dirigir, financiación mediante, la obra. Y se han dado cuenta de que estos interpretes están ya muy ajados. Y, como bastantes de ustedes, me pregunto... ¿qué nuevo espectáculo nos están preparando?
No puedo evitar alborozarme viendo a esta gente -realeza y tenores vetustos- repitiendo consignas gastadas con la gestualidad del cemento, pero me preocupan los amos. Son inclementes. Para los corruptores, su posición de clase dominante "de toda la vida" es sagrada. Lo han demostrado en repetidas ocasiones. La rebelión militar del 36 es un ejemplo diáfano. Tocar sus privilegios es casus belli. Sus brazos ejecutores: militares y clérigos, domeñaron física e intelectualmente a toda una generación. El trípode actual -PPSOE y monarquía- amenaza con derrumbarse. O hacemos la alternativa o nos la hacen. Y temo que sea más cruel aún que la acción del PP.
Como me ocurre en muchas ocasiones, tengo la sensación de que a veces me desvío un poco de mi intención original a la hora de elaborar una reflexión. Mi intención primigenia era preguntarme por el sentido del ansia de enriquecerse, de acumular bienes materiales desaforadamente. Mi intención era cuestionar el que desde niños nos educan en el afán de la acumulación, no sólo como algo lícito, sino deseable. Mi intención era proclamar -dicho pomposamente- que podemos vivir bien sin necesidad de acumular riquezas. Que ser rico no debe ser la finalidad de ningún ser humano digno. Por una simple razón: ninguna persona necesita ser rica
-tener mucho más de lo que puede disfrutar- para vivir bien material y espiritualmente. Tal vez me he instalado en una especie de socialismo utópico. Seguro. Pero sigo planteando una ecuación que me da vueltas en la cabeza y que, sin ser profesor de matemáticas, planteo a mis alumnos en clase a veces. Si en este planeta viven 7.000 millones de personas y se producen alimentos para 10.000 millones, ¿por qué unos 1.000 millones pasan hambre? Está ecuación criminal tiene, al menos para mí, la maldad de la peor acción terrorista. A ver que sistema político despeja esta incógnita que por ahora parece irresoluble.
Codicia, avaricia, envidia...
ResponderEliminarSaludos
El reverso de la moneda:
Eliminar"De cada cuál, según su capacidad; a cada cuál según sus necesidades". K. Marx
Quizás en el futuro...
Saludos
Si, tal vez en el futuro. Ahora el gran problema es que la avaricia, codicia y envidia, de la mano de la corrupción y de la ignorancia, ayudados todos esos ingredientes por la demagogia y la manipulación de una gran mayoría de medios de comunicación, se han enseñoreado durante los últimos 20 años de la sociedad, y en vez de dedicarse a formar e informar han hecho justo lo contrario. Necesitamos cambiar leyes, en principio tres leyes fáciles de cambiar: Ley Electoral; Ley de Financiación de los Partidos Políticos; y hacer una verdadera Ley de Transparencia de las Instituciones Públicas. Después podemos convocar elecciones y seguir con las reformas. Y una cosa fundamental que parece que ya todo el mundo olvida y es esencial: Regular los mercados financieros, porque son ellos los que nos han traído el actual estados de cosas.
EliminarUn cordial saludo.
Regular los mercados financieros.. No sé que decirle. Quizás hoy tenga el día nihilista. Sospecho que ellos nos regulan a nosotros. Fíjese en la bajada masiva de salarios que se produce en casi todos los sectores de actividad económica. El poder político es un enano servicial, y quizás compinchado, que baila al son de estos gigantes. Puestos a hacer leyes de transparencia, a mí me pide el cuerpo hacer una ley de transparencia de la oligarquía. a tan opaca dama me gustaría conocerlos más intimamente.
EliminarUn saludo
...A tan opaca dama me gustaría "conocerla" más intimamente.
EliminarPerdón por el error de concordancia.
K tl to2.
ResponderEliminar¿Y la Ley Azcárate para que la queremos? ... todo esto es USURA. Los abogados tienen que llevarla a sala en los escritos de acusación y de defensa. A partir de hay Jueces y Fiscales (incluso secretarios de juzgado).
BAJAD PASQUINES - TRIPTICOS Y DIFUNDIRLOS
(1) Ley Azcarate o contra la Usura 23/07/1908
(2) Judios Anti-Sionistas
(3) Banco Internacional de Pagos
K tl to2.
ResponderEliminarVamos a meterles en un lio cojonudo ... primero tildar de USURA todo lo que han hecho y despues procesarlos por cometer delitos contra EL PUEBLO.
Ley Azcárate y codigo penal.
.:sMAb:.
abrHACKzo
happyHACKin
Estoy totalmente de acuerdo contigo
ResponderEliminar¡Cuánta razón tienes! Es la misma pregunta que me he hecho infinidad de veces: ¿Cómo es posible que personas con la inmensa suerte de haber nacido en el momento adecuado en el sitio adecuado y tener la vida resuelta, se compliquen la misma intentando acumular (por medios casi siempre ilícitos o al menos inmorales) riquezas que jamás podrán disfrutar (es una sencilla cuestión de tiempo) y que pueden poner en muy serio peligro esa vida "resuelta" que comentaba al principio?
ResponderEliminarLa única explicación que encuentro es ese "grabado a fuego" en nuestra "educación" que nos pretende hacer creer que nada es suficiente, que sólo se accede a la felicidad mediente la acumulación y el consumo de bienes materiales, que pretende medir la grandeza de una persona por las cantidades de dinero que a lo largo de su vida ha sido capaz de atesorar.
Y esa idea debemos cambiarla desde muy pequeños. Se hace necesario no ya un cambio de sistema económico y político sino un cambio de mentalidad "vital" sin el cual cualquier otro cambio está condenado al fracaso y más en esta época en que la Humanidad se acerca peligrosamente a los límites de ese crecimiento infinito que posibilitaba nuestro actual "modern way of life". Termino con una frase que pone de manifiesto las incoherencias de nuestro actual modo de vida:
"¡Ah! Los hombres... pierden la salud para juntar dinero y luego pierden el dinero para recuperar la salud. Y por pensar ansiosamente en el futuro olvidan el presente, de tal forma, que acaban por no vivir ni en el presente ni en el futuro. Viven como si nunca fuesen a morir… y mueren como si nunca hubiesen vivido."
No olvidéis pasaros por http://crashoil.blogspot.com.es/ si queréis encontrar la explicación de cómo hemos llegado hasta esta situación, lo que nos puede esperar y lo que todavía podemos hacer.
Perdón por el tocho.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, Chuchi. Tu comentario es de una calidad admirable. Creo que serviria de lección para ser mejores de lo que somos.
EliminarMe he anotado - para releerla - esa última frase donde dices."¡Ah! Los hombres.... .... .... y mueren como si nunca hubiesen vivido". ¡Magistral!.
Un abrazo fuerte
Ansia viva,es lo que esta pudriendo este pais que no reconozco.
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