sábado, 31 de diciembre de 2011

Finales e inicios




   El poema es muy malo, pero la lámina de Pilar de Vera visualiza muy bien la sensación de aislamiento, de retraimiento y pesimismo, en la que casi siempre me he movido. Sensación de crepúsculo que en tiempos de buenos deseos continuos, o de finales e inicios, se acentúa. No obstante lo dicho, mis mejores deseos para cualquier persona de bien (¡oh! parezco Rajoy), honesta, que se haya acercado a este callejón.

martes, 27 de diciembre de 2011

Juan Carlos, ese hombre

¿Quién ha oído hablar de Pedro Nolasco Perdomo Pérez? Casi nadie. Estuvo encarcelado 33 años, entre  1936 y 1969. De los 30 a los 63 años de edad. Como dice el bolero (una de mis pasiones, tan lleno de tópicos y mentiras): "toda una vida". Pasó por diferentes penales durante esos 33 años. Todos esos penales estaban en el barrio obrero de La Isleta, en la isla de Gran Canaria. Eran las casas de sus hermanas. Ellas acogieron su vida de "topo". Uno más de las decenas que existieron en la geografía del estado español en ese periodo de 40 años y "extraordinaria placidez" de la que habla el militante del PP y ex ministro Mayor Oreja. Pedro Perdomo abandonó su vida de autoencarcelamiento, viejo y enfermo, en 1969, cuando el régimen fascista del general Franco declaró extinguidas las responsabilidades políticas, de los rojos por supuesto, derivadas de la Guerra Civil. Murió en 1974. La vida ni siquiera le compensó con la justicia poética de morir después que su carcelero virtual.
La verdad es que la vida, tan abundante en leyes, es poco dada a la justicia. Casi nadie sabe quiénes fueron Eduardo Suárez (diputado canario comunista del Frente Popular) o  Fernando Egea (farmacéutico de Agaete, pueblito de Gran Canaria). O el alcalde de San Lorenzo y sus 4 compañeros, con los que el PP se resiste a llevar a cabo el compromiso, de la anterior corporación, de otorgarles en su barrio una calle. Todas estas personas y muchas más fueron fusiladas en Canarias donde, insisto, no hubo guerra. Toda esta gente, como la de tantos otros lugares del estado español, serían en otro país considerados héroes y tendrían reconocimiento y honores por su lucha contra el fascismo.
Aquí no.
Aquí existe un hombre providencial que sacrificó su vida largos años al lado de un dictador sanguinario:  Juan Carlos. Ese hombre llegó en 1948, con 10 añitos, a España y estuvo 27 años sufriendo indeciblemente por cada persona que era torturada en la lucha antifascista, por la viuda de cada fusilado o agarrotado (esa forma de ajusticiar tan "cristiana" que es el garrote vil), por cada condenado a largos años de cárcel. Qué estúpidos fueron todos esos que lucharon contra el fascismo. Algunos fueron tan, tan tontos, que hasta se dejaron la vida: Juan García "El Corredera", Julián Grimau, Enrique Ruano (para que saltaste por la ventana a tus 21 años, si los "sociales", policía política, eran cojonudos, todos ellos unos años mas tarde eran custodios de la democracia traída por el hombre providencial), Salvador Puig Antich, Antonio González Ramos (muerto por torturas en la comisaría de Santa Cruz de Tenerife). Todos tenían que haberse estado quietitos, hacer lo que dicen que le dijo Franco a un ministro quejoso: "Usted haga como yo, no se meta en política". Cuanta sangre derramada en vano en la lucha contra el fascismo. Pobres ignorantes, ignoraban que esa sombra, de vida disipada y sufrimiento interior, que el genocida fascista había nombrado sucesor a titulo de rey en 1969 nos iba a traer la democracia envuelta en papel de celofán. Lo tuyo fue peor, Javier Verdejo, a ti te pegó un tiro la guardia civil en agosto de 1976 mientras pintabas en una pared: "Pan, trabajo y libertad". Hay que ser capullo Javier, si todo estaba controlado, mira que morir así con 19 años teniendo ya un rey, un hombre providencial, que estaba "pariendo" una democracia. Su antecesor también, según las monedas oficiales, fue un hombre providencial: "Caudillo de España por la gracia de Dios". Llevamos 75 años acunados por los brazos de hombres providenciales. El primero, padre severo, cirujano de hierro, nos disciplinó; el segundo, hombre, perdón, sufridor campechano, nos dio la libertad. Eso sí, a este campeón de la libertad le faltó un gesto de generosidad: preguntarnos si le queríamos o no, como rey, por supuesto. El nunca realizado referéndum que la oposición antifascista, reunida en la Junta Democrática, defendía, sin ir más lejos en 1974.
Usted, ciudadano Borbón, vino empaquetado en el lote constitucional del 78, salvavidas agujereado al que se agarran sus defensores para mantener a flote su legitimidad democrática. O todo o nada. O libertades con Borbón o militares facciosos acechantes. Parece algo tramposillo el asunto ¿no? Usted y la bandera eran intocables. E intocable ha seguido largos años, custodiado férreamente por unos medios que han enaltecido su figura hasta el sonrojo (incluso babean ante discursos tan previsibles, a ver si se esmeran sus "negros", como el del 24, a mi me sigue pareciendo más clarita mi postal republicana). Los críticos seguimos estando en la marginalidad, en las cloacas de internet, esos rojos irredentos de la prensa alternativa, o los márgenes que nos deja Público.
Aparte de no haber tenido la valentía ética de preguntarnos si le queríamos o no, usted ha tenido lo que yo llamaría una vileza: jamás ha dedicado unas palabras (y no hablo de generalidades vacuas) de reconocimiento expreso hacia todos los que padecieron, combatiéndola o resistiéndola, la dictadura que lo ubicó a usted en el trono que ostenta. 
Por esa razón yo soy pedroperdomista, eduardosuarista, egeísta, y una infinidad de etcéteras. Por esa razón yo no soy, ni seré nunca juancarlista. Siempre le he dicho a mis alumnos que la historia, más allá de los hombres providenciales, cuyos nombres quedan en los libros de historia, la hacen, por activa o por pasiva, los pueblos, la gente común (ojo, de ahí viene el término comunista). No me resisto a incluir aquí el conocido poema de Bertolt Brecht "Preguntas de un obrero que lee":

¿Quién construyó Tebas, la de las Siete Puertas?
En los libros figuran sólo los nombres de reyes.
¿Acaso arrastraron ellos bloques de piedra?
Y Babilonia, mil veces destruida, ¿quién la volvió a levantar otras tantas?
Quienes edificaron la dorada Lima, ¿en qué casas vivían?
¿Adónde fueron la noche en que se terminó la Gran Muralla, sus albañiles?
Llena está de arcos triunfales Roma la grande. Sus césares ¿sobre quienes triunfaron?
Bizancio tantas veces cantada, para sus habitantes ¿sólo tenía palacios?
Hasta la legendaria Atlántida, la noche en que el mar se la tragó,
los que se ahogaban pedían, bramando, ayuda a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India. ¿El sólo?
César venció a los galos. ¿No llevaba siquiera a un cocinero?
Felipe II lloró al saber su flota hundida. ¿Nadie lloró más que él?
Federico de Prusia ganó la guerra de los Treinta Años. ¿Quién ganó también?
Un triunfo en cada página. ¿Quién preparaba los festines?
Un gran hombre cada diez años. ¿Quién pagaba los gastos?
A tantas historias, tantas preguntas.

Creo que debo ser honesto hasta el final. El 13 de abril de 1977 sobre las 11 de la noche tres compañeros ( a dos les perdí la pista , otro entra aquí a menudo y es buen amigo, aunque yo siempre no fui, y lo siento en el alma, correcto con él) y el que esto escribe, que tenía 17 años, fuimos detenidos por pegar carteles a favor de la república. Un "social", desde un plano superior, sentado en una mesa, mientras me interrogaba, ponía la suela de su zapato sobre mi pantalón. Sentí, aunque había muerto Franco, y ya gobernaba el hombre providencial, la sucia "bota" del fascismo sobre mí. En otro lugar de este blog ya he citado al periodista Javier Ortiz, fallecido en 2009. Durante varios años sacó a la luz sus deliciosos artículos bajo el epígrafe "Diario de un resentido social". Algunos creo que hemos quedado reducidos a esa condición. A la del resentido repetitivo. Tal vez sea hora de callar.


sábado, 24 de diciembre de 2011

Primicia: El discurso de nochebuena del rey

He tenido acceso en primicia, a las 10 de la mañana ( hora canaria) de este 24 de diciembre, al discurso de nochebuena del rey. Da gusto verlo tan rejuvenecido y hablando con tanta fluidez, sin mirar un papel, (la única vez que no utilizó uno mando a callar a otro jefe de estado) aunque sea en francés.
Considérenlo mi postal republicana de felicitación.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Rajoy y las fuerzas de seguridad (una visión pasoliniana)

El cineasta italiano Pier Paolo Pasolini, preguntado por el mayo del 68, dijo que él no simpatizaba con los manifestantes que buscaban playas debajo de los adoquines, que eran unos (son mis palabras) burguesitos, hijos de papa. Expresó su apoyo a la policía que los reprimía, ya que eran "los hijos de la clase trabajadora".
Pasolini, prescindiendo de sus filias policiales o fobias estudiantiles, no se equivocaba. Los hijos de trabajadores, sobretodo no cualificados, que cursaban estudios universitarios, en los años 60 eran una gran minoría. Sin embargo la tropa policial, no hablo de los mandos, seguro que se componía en un 99% (al menos) de hijos de trabajadores y campesinos pobres. Actualmente a la Universidad, aún siendo minoritarios, accede una mayor cantidad de hijos de trabajadores. Sin embargo estoy convencido de que las llamadas "fuerzas del orden" siguen componiéndose en un 99% de hijos de trabajadores y campesinos de extracción humilde. Esas palabras de Pasolini se podrían haber aplicado a las revueltas en la Universidad española, tanto en la del 56, donde algunos sus dirigentes, militantes del PCE en su mayoría, eran hijos de los vencedores de la Guerra Civil, como en las ocurridas en los años 60 y 70. Los universitarios, la mayoría hijos de los diversos sectores de la burguesía, luchaban contra la dictadura fascista que oprimía a la clase obrera y "los grises", (nombre por el que se conocía a los antidisturbios en aquella época debido al color de su uniforme, lo digo por si lee este texto alguien muy joven) hijos, como bien decía Pasolini, de la clase trabajadora, los reprimían defendiendo al régimen que oprimía a los de su propia clase.
Pero claro, estos policías o guardias civiles "hijos de la clase obrera" también actuaban, y siguen actuando, contra las huelgas y luchas de los trabajadores. O sea, se enfrentan a los de su propia clase y se desclasan, se convierten, lo quieran o no, en el ariete de combate contra las movilizaciones populares, sea por lograr derechos, o bien, como ocurre en la fase actual, por no perderlos.
Comento todo esto porque muchos jóvenes de familia humilde, que sólo tienen el graduado en ESO, están, dentro de lo mal que se presenta la situación para la juventud en general, de "enhorabuena". Lo anunció don Mariano Rajoy en la sesión de investidura del día 19: el empleo estatal disminuirá por la vía de no reponer las jubilaciones o no renovar contratos cuando finiquiten. O sea, si un joven ha acabado estudios de un ciclo superior o universitarios, tiene muy complicado, casi imposible acceder a un empleo público. Bueno no, tiene la opción, al igual que la persona que sólo ha cursado la ESO, de presentarse a las únicas oposiciones que no se congelarán: las que permiten el acceso a las fuerzas de seguridad. Don Mariano no especificó si se convocarán oposiciones de reposición o de aumento. Imagino que dependerá, insisto, es un suponer, de la contestación social que pueda prever que tengan sus aún desconocidas, en el detalle, medidas de recorte.
En la entrada de este blog llamada " Los profesores o buscando privilegiados desesperadamente" 
 http://josejuanhdezlemes.blogspot.com/2011/09/los-profesores-o-buscando-privilegiados.html les decía, aparte de explicar la situación de los enseñantes, que soy profesor. Empecé en la enseñanza en 1989 y desde 1992 he trabajado en un instituto de una zona obrera. Muchos de mis alumnos, a lo largo de estos años, me han dicho que querían, después de sacarse el titulo de la ESO, ser o policías o soldados profesionales. Ese deseo, con la crisis y falta de perspectivas, sin duda se reforzará. Quizás dentro de unos meses o unos años, cuando me manifieste, si la cosa se pone, al contrario que el empleo público congelado, caliente, el policía que corra detrás de mí (soy un iluso, no tendría que correr, tengo 52 años) será un ex alumno mío, un chico díscolo, de familia humilde y problemática. Imagino que no me reconocerá, ni recordará a aquel profesor que quería introducir en su cerebro preguntas, que le hablaba sobre la justicia social, sobre la necesidad de "eliminar la riqueza obscena y la pobreza lacerante". Será, simplemente,  un "hijo de la clase trabajadora", en términos pasolinianos, que estará velando porque nuestro regreso al siglo XIX o a la servidumbre sea lo más "ordenado" posible.
Quiero acabar haciéndome eco de una noticia que leí hoy: "Antonio López, alcalde del PP de la localidad de Manzanares en Castilla-La Mancha, pide a los empleados despedidos de los servicios sociales (se cierran centros de mujeres y casas de acogida) que trabajen gratis como voluntarios". Lo que pasa por mi mente, mis dedos, prudentes, no lo teclean.

sábado, 17 de diciembre de 2011

El presidente de la CEOE o microrrelatos para microtrabajadores

"Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí". Este microrrelato del guatemalteco Augusto Monterroso, escrito en 1959, quizás es el más celebre en lengua castellana.
Ya no es el más corto, según la Wikipedia, lo ha superado el mexicano Luis Felipe Lomeli con uno llamado "El emigrante", escrito en 2005, que dice así: "¿Olvida usted algo? -¡Ojalá!".
Yo estaba pensando en escribir un microrrelato con el siguiente titulo: "Atragantamiento". El texto, después de separar la paja del grano, sería el siguiente: "¡Aaaggghhh!".
Con éste entraría en la literatura mundial haciendo doblete, a lo grande. Por un lado relegaría al tercer y segundo puesto a don Augusto y a don Luis Felipe como autores del relato más corto. Por el otro pasaría a ser el cuentista (pues aquí hay bastante cuento) con la obra más corta de la historia de la humanidad: una única palabra que condensaría "la esencia, no falta de estética, que se observa en la triple exposición de cada letra, de nuestro discurrir sobre la faz del planeta", que diría un crítico de enjundia.
Anoche, metido ya en la cama, se me vino a la mente el cuento de Monterroso (sospecho que este hombre, ya fallecido, tuvo que reírse muchísimo a cuenta del cuento) unido a la figura de don Juan Rosell Lastortras (el segundo apellido, si prescindimos de cierta consonante es premonitorio para los trabajadores), presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). Ustedes pensarán que soy un retorcido (no irán desencaminados) estableciendo esa asociación. Pero la literatura nos ofrece algunos títulos o microtextos que nos aportan el formato idóneo, la carcasa recurrente para exponer una idea. El ejemplo de García Márquez y su "Crónica de una muerte anunciada" es paradigmático. Centenares de periodistas han titulado: "Crónica de un........................anunciado/a" (rellenen el hueco con la palabra que quieran, dudo que no haya sido ya usada). Valdano, exmánager del Real Madrid, hace un año o algo así, utilizó la estructura del cuento de Monterroso para inquietar el exquisito juego del Barcelona. Dijo: "Cuando el Barcelona despierte, el Madrid estará ahí".
A mí el cuento de Monterroso y la figura del señor Rosell Lastrortas me ofrecen algunas combinatorias. Veamos:
1. "Cuando Rosell despertó, el funcionario todavía estaba ahí".
2. "Cuando el funcionario despertó, Rosell Lastrortas (y toda su organización) todavía estaban ahí" (debo cuidar la extensión, casi me sale el Quijote).
3. "Cuando el trabajador despertó, Rosell y su minijob ya estaban ahí".
4. "Cuando Rosell despertó, el trabajador, presto, todavía estaba ahí".
5. "Cuando Rosell despertó, el trabajador, organizado, ya estaba ahí"
El señor Rosell sueña con minijobs y funcionarios. A los primeros sueña con darles cobijo, acunarlos (Isaac Rosa en Público decía que minijobs suena a nombre de tierno muñequito). No sé si el señor Rosell será hombre creyente, pero el adaptará el dicho bíblico y dirá "decreced y multiplicaos". A los funcionarios, o trabajadores públicos en general, sueña con crear empleo despidiéndolos. Sospecho que él y sus muchachos están deseosos de convertirnos en unos deliciosos minijobs para jugar con nosotros a gusto, para estrujarnos de cariño.
 Los minijobs, aunque imagino que todos conocen el término, son trabajos " de tiempo y relevancia escasos" con un salario bruto que nunca pasaría de los 400 euros. En resumen, una invitación a hacer un proyecto de vida. Además es vestir una muñequita vieja con un trajecito nuevo. Ya existen los contratos a tiempo parcial. Contratos que muchas veces se mantienen parciales en el salario, mientras en  el horario se vuelven "totalitarios".
Las baterías mediáticas funcionarán a pleno rendimiento. Pronto, si no lo es ya, (siempre nos ganan la batalla ideológica) el trabajador público será un sospechoso, no para el señor Rosell Lastrortas, que, coherente, defiende sus intereses de clase, sino para el trabajador privado, el parado o el minijob. Acaba de ocurrírseme una última variante al cuento monterrosiano fusionándolo con el poema "Masa" de César Vallejo: "Cuando Rosell Lastortas (que nos esperan) despertó, el trabajador público ¡ay! siguió muriendo".


miércoles, 14 de diciembre de 2011

Poniendo rostros (el zombi y la payasa)

"En el año 2009 Pilar de Vera, psicóloga y persona con inquietudes artísticas tales como el teatro y las artes plásticas, y por encima de todo, amiga, se empeñó, tozuda como es, en que le enviara 25 poemas para, no sé si es la expresión correcta, ilustrarlos. Lo fui haciendo poco a poco (el envío fue mi única labor), a medida que ella iba realizando sus creaciones. El resultado fue una hermosa carpeta artesanal, hecha con mimo, con 25 láminas cuyas ilustraciones se enlazan, desde mi punto de vista, salvo un desacuerdo (secreto de sumario), magníficamente, con los poemas. Además, hizo multitud de gestiones, luchó por la posibilidad de que ese trabajo viera la luz. Su esfuerzo, yo estuve esceptico y pasivo (la abulia y la negatividad son de los peores rasgos de mi carácter), no obtuvo recompensa. La crisis, como ella bien sabe, ya venía a galope tendido. "
El texto que antecede se publicó en este mismo blog con fecha 7 de septiembre para presentar las láminas que han ido apareciendo. Dos  acotaciónes: ya son más de 25 las existentes pues la obra ha ido creciendo libremente (yo si me surge la chispa hago un poema y ella, si se lo envío y le gusta, lo ilustra). Por otra parte, el desacuerdo dejo de ser secreto y el 30 de noviembre salió a la luz pública.
La lámina que abre esta entrada, caricaturizados (yo me veo con tal pinta de zombi que igual me contratan para "The walking dead", sería divertido), nos presenta. Sobre su nariz que hable ella, si quiere. 







sábado, 10 de diciembre de 2011

Europa: o socavón o guagua digna. Brevísimo colofón sobre el "Día de los Derechos Humanos"

  
La clase dominante de Europa, reunida cada cierto tiempo vía delegados interpuestos, todo lo esconde tras grandes titulares en artificiosas letras doradas: unidad europea, pacto fiscal, consolidación del euro, ajuste (constitucional, por supuesto) del déficit. La letra pequeña la pone la mayoría de gente, que soporta (y soportará) unas condiciones laborales de penosidad creciente (vamos del mileurismo, que acabará añorado, el minieurismo) y de derechos menguantes. La mayoría citada, cada día está más inerme debido entre otras razones al menú que le sirven a diario: de primero miedo, de segundo miedo y de postre… miedo. ¡Todos tenemos que arrimar el hombro! Y allí va presto el pobre infeliz manco a unir su hombro inexistente con el del mádelman Botín para, otro gran concepto mentiroso: “sacar, con el sacrificio de todos, el país adelante”.
Que sí, que circulábamos tan campantes en nuestra flamante guagua (autobús en canario) europea y, como de la nada, en la autopista, apareció el dichoso socavón y la grúa hay que pagarla a escote, aunque la mayoría del pasaje viajaba apiñado de pié en la parte trasera sudando a mares y otra parte en asientos VIP con aire acondicionado y whisky de malta. Lo peor de todo es que si esa guagua arranca, hecho que está por ver, mucha gente va a quedar en tierra, (papá guagua nos ha acostumbrado mal, como a niños malcriados, siempre llevándonos a todos lados de gorra, al médico o a la escuela), hemos olvidado que caminar, haya solajero o diluvie, es bueno para la salud, nos curte. Además, es lo que históricamente hemos hecho, caminar tras los que viajaban en sus lujosos carruajes, rodeados de sus ejércitos, prestos a, al mínimo gesto altivo por nuestra parte, recordarnos a sangre de filo y fuego el orden natural: que nacimos para estar a su servicio, para vivir en oscuras chozas fuera de los iluminados campamentos. Con la clara conciencia (ellos y nosotros) de que hechos de la misma carne y el mismo hueso, surgidos del  mismo acto amoroso o violento, ellos eran los elegidos y nosotros los parias de la tierra, una famélica legión que en algún momento soñó ponerse en pie, que soñó que nadie debe morir por los lujos de unos pocos, ni soportar sus burlas *, que soñó con mandar a los infiernos ( o al basurero de la historia que dicen los marxistas) a dioses, reyes y tribunos… que aún, y parece que va para largo, siguen aquí. Dándonos una cachetada, despertándonos del sueño Internacionalista de seres libres, cumbre europea  tras cumbre mundial (G 20, los ricos, por ahora), palabra altisonante tras palabra grandilocuente, nos señalan el camino de la puerta trasera de la guagua. Tenemos dos opciones: o bajarnos cabizbajos o  alzar la cabeza y enfilar el camino opuesto. Si los sudorosos de la parte de atrás (ojo izquierdo al parche) nos unimos, claro.

*La bien guillotinada María Antonieta cuando algún lacayo de palacio le dijo que el pueblo pedía pan, le respondió, en un alarde de genialidad y criminalidad a partes iguales : “¿No tienen pan? ¡qué coman dulces!”. Dulzón y humano, fieramente humano, a pesar de considerarse ungida por Dios y protegida por un ejercito, sería el chorro de sangre que soltaría su cuerpo al caer su cabeza, delicadamente, como corresponde a una reina, en la cesta ubicada al pie del cadalso.

Un  añadido final: hoy 10 de diciembre es el “Día Universal de los Derechos Humanos”. Siempre se pone el acento en los perseguidos políticos (necesario por supuesto, aunque habría que matizar), pero considero que hay cinco derechos humanos básicos, vigas sobre los que se construye cualquier otro, que deberían tener, y muchos no lo tienen, cada uno de los 7.000 millones de habitantes del planeta: Alimento, techo, atención sanitaria, educación y trabajo.


jueves, 8 de diciembre de 2011

En una, mil vidas (poema de tránsitos)



Siempre tuve el delirio deífico de vivir un año de cada cien. Poder recorrer en una vida estandar de 70 u 80 años los cambios que nuestro tránsito por la tierra nos permiten conocer de manera fragmentaria y sabiendo que nos quedaremos por el camino. Sinceramente no sé si tiene relación, pero al releer este poema me ha venido a la mente esta vieja locura mía. La ilustración de Pilar de Vera tiene, para mí, sabor a cuentos ancestrales.

lunes, 5 de diciembre de 2011

La coherencia: atributo indispensable de la izquierda

El recientemente elegido diputado por  Izquierda Unida Alberto Garzón, explica en un artículo el porqué ha renunciado al plan de pensiones privado que el Congreso ofrece a sus diputados. Reproduzco aquí, el párrafo final de ese artículo. Dice: “Así, el Congreso retrae un 10% del sueldo de cada diputado para constituir un fondo de pensión privado gestionado por el BBVA. Paradójicamente es el Congreso, y sus diputados, quienes debemos velar por defender el sistema público de pensiones. Y por esa razón, en señal de protesta, coherencia e indignación, algunos diputados de Izquierda Unida hemos renunciado esta semana a constituir ese plan de pensión privado. Consideramos que desde el espacio público no puede darse alas a la especulación financiera, y menos aún a los productos que rivalizan con el sistema público de pensiones que debemos defender y fortalecer.”
A mí  las palabras del diputado de IU me han inspirado una breve reflexión que comparto con ustedes. Me ha surgido como un relámpago en el callejón. No quiere ser dogmática, totalizante,  sé que somos, yo el primero, esencialmente contradictorios, pero…
Pienso que es fundamental la coherencia entre el discurso y la práctica. Yo soy profesor y defensor de la enseñanza pública, y mi hijo, por congruencia, siempre estudió en ella. La ejemplaridad de lo que uno dice y lo que hace, permite que el discurso cale más en la gente. Me explico con un ejemplo, yo puedo ser un socialista o comunista que hace unos análisis magníficos, irrefutables, de la lucha de clases, de la explotación capitalista, etc. Evidentemente, porque lleve una vida de lujos y  enormes dispendios mis análisis no van a ser menos certeros, pero sí van a penetrar menos en la conciencia de la gente que no separará nuestra alma “elevada y juiciosa” de nuestro cuerpo “reptante y abufonado”. Los seres humanos somos una pieza integral, se nos ve como un todo, salvo si pertenecemos a las altas esferas dominantes debidamente blindadas donde, como el dios Jano, tienes dos caras: una pública y otra privada. Así, la contradicción entre el discurso y la práctica haría reprobar a mucha gente, no sólo la práctica, sino también (aunque fuera correctísimo y apostara por la emancipación de los oprimidos) el discurso. Y esa coherencia es (aunque yo no se la niego a mucha gente de derecha) esencial en las filas de la izquierda, porque tenemos que dejar bien claro que ni todos los políticos (en cuanto personas), ni todas  las políticas (en cuanto medidas que mejoran o empeoran la vida de la gente trabajadora), son iguales.
Lo diré con provocadora rotundidad: un hombre que se embriaga con el aroma del dinero siempre deja de ser de izquierdas.

Aclaración:
El fondo blanco que me sale en la primera parte del artículo, copiada del texto de Garzón, no sé quitarlo. Admito que estéticamente no queda bien, pero creo que lo importante es el contenido. No obstante, pido excusas por mi impericia. 


sábado, 3 de diciembre de 2011

La OTAN ante su espejo: Una ficción (de momento) internacional

Hace poco más de una semana (sobre finales de noviembre) helicópteros de las fuerzas de la OTAN mataron "por error" a 26 soldados paquistaníes en la frontera de este país con Afganistán. Los muertos civiles "por error" son ya incontables.
A mí se me ocurrió este brevísimo apunte, que publiqué en algún foro de prensa, después de reflexionar he decidido ponerlo aquí. Quizás les haga pensar, y hasta sonrían.

“Última hora: Mohamed Abdullah, secretario general de la OTOM (Organización del Tratado del Oriente Medio), ha pedido disculpas por el lamentable error ocurrido ayer al matar sus poderosas fuerzas militares en un paso fronterizo entre los EEUU y  México, a 26 soldados de EEUU. También ha prometido una minuciosa investigación cuyos resultados harán públicos en el 2018. Los EEUU han presentado una nota de protesta y han exigido que las fuerzas iraquíes e iraníes que  ocupan Fort Apache, en territorio de Texas, abandonen dicho enclave en un periodo máximo de 10 años. Éste es uno más de los lamentables, y muchas veces inevitables, errores (que a veces afectan a inocentes civiles mexicanos y estadounidenses) de la coalición en su lucha contra el terror de los integristas católicos mexicanos, que tras rezar el padrenuestro  o el avemaría, lanzan crueles ataques suicidas contra las fuerzas de la OTOM al grito de ¡viva cristo rey!”